El pasado 2 de noviembre tuvo lugar el acto oficial en el que se anunció la entrada en vigencia de la norma CIRSOC 601 “Reglamento Argentino de Estructuras de Madera - CIRSOC 601”, establecida mediante la Resolución 2016-22-E-APN del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación.

La resolución adopta el Reglamento en el ámbito nacional para la construcción de obras encaradas con fondos del Estado e invita a todas las provincias y municipios a adherirse a la regulación, tanto para obras públicas como particulares.

El Reglamento llevaba casi cinco años de espera desde la presentación de su versión final, luego de haber cumplido la etapa de discusión pública en el seno de la Comisión Permanente de Estructuras de Madera (CPEM) del Instituto Nacional de Tecnología Industrial - INTI/CIRSOC, integrada por representantes de organismos públicos, universidades, empresas y profesionales de todo el país.

Del acto tomaron parte el secretario de Obras Públicas del Ministerio del Interior, Daniel Chain; el secretario de Agricultura, Ricardo Negri; la subsecretaria de Desarrollo Foresto-Industrial, Lucrecia Santinoni; el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Javier Ibañez, y representantes de diferentes organismo públicos, FAIMA y cámaras empresarias del sector.

El secretario Chain celebró la firma de la resolución como parte del “trabajo interdisciplinario que llevamos a cabo entre los ministerios del Interior, Obras Públicas y Vivienda; de Producción y de Agroindustria”. Asimismo, señaló que la aprobación del Reglamento “es un avance que beneficiará no solo a una industria, sino a muchas familias”.

Por su parte, el secretario de Agricultura Ricardo Negri aseguró que “necesitábamos un andamiaje fuerte como esta resolución para poder desarrollar la foresto-industria. Somos igual de competitivos en producir soja como en producir diversos tipos de maderas, necesitábamos una reglamentación para avanzar”.

La entrada en vigor del Reglamento pone a nuestro país en línea con la tendencia mundial de aumentar la participación de la madera en las soluciones habitacionales como un aporte a la mitigación de los efectos del cambio climático. A su vez, la normativa también contribuye a garantizar la seguridad en el uso de la madera como material constructivo en la plaza local, donde la madera es cada vez más utilizada como material estructural.


Herramienta para brindar confiabilidad

La redacción del Reglamento Argentino de Estructuras de Madera se llevó adelante mediante un convenio suscripto entre el INTI y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) - Regional Concepción del Uruguay (Entre Ríos), a través del cual el equipo del Grupo de Estudios de Maderas - GEMA de esa casa de estudios –coordinado por el Ing. Juan Carlos Piter– desarrolló el proyecto de reglamento y su manual de aplicación (ver “Los antecedentes”).

Participaron además los centros del INTI Madera-Muebles y Construcciones y una Comisión Permanente de Estructuras de Madera coordinada por el INTI y conformada por 45 actores vinculados al sector, entre los que se destacó el aporte del Arq. Miguel Demkoff, el mayor especialista en el país en madera laminada encolada para uso estructural y con una gran experiencia en diseño y construcciones de madera.

La aprobación del Reglamento es una oportunidad histórica para posicionar a la madera en igualdad de condiciones con los otros materiales de construcción aceptados masivamente”, señaló la Arq. Marta Parmigiani, directora del Centro de Investigación de los Reglamentos Nacionales de Seguridad para las Obras Civiles / INTI-CIRSOC, quien formó parte del proyecto del reglamento desde sus inicios.

La puesta en práctica de esta normativa supone saldar una necesidad y una demanda tanto de la industria de la madera como de los profesionales de la construcción. No obstante, el equipo encargado de su confección siempre destacó que no se trata de un manual de construcción de casas, sino que es un documento riguroso que provee métodos para el diseño y cálculo de estructuras para que sean confiables. Así, un ingeniero, un arquitecto o un proyectista podrán usar el Reglamento como referencia para realizar el cálculo estructural con madera de cualquier tipo de obra porque le ofrece la información necesaria para que conozca el comportamiento de la madera en diferentes situaciones de uso.

La directora del CIRSOC comentó también que los próximos pasos previstos serán incentivar a las empresas proveedoras de madera a entregar productos de excelente calidad para que los proyectistas tomen confianza en el material que se comercializa. A la vez se apoyará la creación de cátedras específicas en facultades de Arquitectura e Ingeniería y de contenidos en las escuelas técnicas. Un punto focal de interés será el trabajo en la tipificación de todas las variedades de maderas que existen en el país. “Además se realizarán acciones para difundir, enseñar y aplicar el reglamento, como por ejemplo, guías para facilitar la construcción segura de edificaciones de madera de hasta dos pisos, lo que demandará la formación de mano de obra especializada en este tipo de construcciones. Sin dudas, este reglamento abre nuevas oportunidades y desafíos para la construcción de madera”, concluyó Parmigiani.


La visión de la cadena foresto-industrial

Luego del anuncio de la entrada en vigencia del Reglamento, la cadena de valor foresto-industrial manifestó su confianza en el impacto positivo que la misma tendrá en el uso de la madera para la construcción en todo el país, al poder contar desde ahora con un instrumento confiable en el uso estructural de la madera y sus productos derivados.

ASORA Revista recabó la opinión de representantes de cámaras empresarias y expertos de la foresto-industria, quienes pusieron de relieve las diferentes acciones que tanto el sector público como la industria deben atender para desarrollar la potencialidad de la madera como material para la construcción a partir del nuevo Reglamento.


Un impulso para modernizar la foresto-industria

Ing. Gabriel Marangoni, secretario de la Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná - AMAYADAP

La firma del Reglamento INTI-CIRSOC 601 sobre estructuras de madera es muy importante y estimamos que con el correr del tiempo todos los actores van a entrar al sistema que propone el reglamento si quieren comercializar un producto de mejor confianza técnica y calidad comercial. Quizás no signifique un impacto directo e inmediato para el mercado, pero sin dudas es un elemento que lentamente el constructor va a incorporar por una cuestión de confianza, que es lo que transmite tener un producto certificado. Con el tiempo el reglamento irá ampliando el mercado de la construcción para la madera.

En Misiones, durante los últimos diez años la construcción con madera le fue ganando espacio a la tradicional. Podemos decir que la provincia hizo su propio camino y las demás están tomando nuestra experiencia. Tuvimos la constancia para que los funcionarios pudieran ir entendiendo y abriéndose a incorporar la madera en las viviendas sociales hasta lograr que un pequeño porcentaje (10% como mínimo) de las viviendas sociales en la provincia sean en madera. El próximo paso es tratar de incorporar las aberturas, para lo cual hay que incorporar tecnología.

La construcción es para nuestra cadena de valor un dinamizador fundamental de la actividad. Lo importante es que hay suficiente madera para atender esa demanda potencial: estamos pudiendo producir fácilmente entre 6 y 7 millones de metros cúbicos de tirantería y tablas.

Por otra parte, en Misiones, a través del Aglomerado Productivo Forestal venimos desarrollando la normalización de la madera. AMAYADAP impulsa una experiencia piloto exitosa en la misma dirección. Tenemos fondos para completar el trabajo y publicarlo. Presentaremos la documentación que nos permita aprobar ese componente durante 2017.

A nivel sectorial, el próximo paso debería ser el código de edificación en madera. FAIMA es un buen ámbito para acordar y trabajar en conjunto este tema. Es un trabajo que hay que seguirlo de manera muy estrecha entre toda la cadena de valor.

El sector de aserraderos ha exportado muchísimo y sin inconvenientes a mercados muy exigentes, como Estados Unidos, Europa o Japón. Esa experiencia hay que capitalizarla en una relación colaborativa entre todos los actores sectoriales. La modernización tecnológica, pero fundamentalmente del proceso productivo integral, es un aspecto a atender junto con el avance en especies de mayor valor para encontrar nichos diferenciales de mercado. Hay que dar oportunidades a pequeños actores que busquen valor agregado. Y para esto se precisan incentivos a las inversiones, desde lo forestal a la parte industrial.


El nuevo reglamento requiere de una mayor oferta de madera

Daniel Loutaif, presidente del Centro de Obrajeros del Norte (CON)

En la región del NOA, y en Salta en particular, la aplicación de madera en la construcción de viviendas la vemos como la gran oportunidad que tiene en este siglo el sector foresto-industrial, juntamente con la biomasa, aunque vale destacar que hay una diferencia muy importante de valor agregado en una u otra actividad. Pero ambas son complementarias y van a servir para desarrollarnos como sector en la región.

En Salta, momentáneamente no contamos con masa crítica de madera cultivada. Solamente tenemos unas 3000 hectáreas para ser aprovechadas en toda la provincia. La expectativa es, en un primer tramo, comenzar a sumarnos a esta iniciativa de utilizar la madera en la construcción de viviendas trayendo parte de la estructura desde otras provincias, como podrían ser Corrientes o Misiones. De hecho, nuestra cámara desarrolló –y la tiene disponible para la visita de cualquier interesado– una casa de 64 m2 con un sistema canadiense, prototipo que hicimos con la asistencia del Ing. Martín Sánchez Acosta, del INTA Concordia.

Sin embargo, para el despegue de la actividad se hace indispensable avanzar en el armado de cuencas forestales que permitan realmente dar una sustentabilidad futura al sector y que nos permitiría poder captar esas dos grandes unidades de negocios: la biomasa y el desarrollo de bienes de tipo social, como viviendas.

La puesta en vigor del Reglamento CIRSOC 601 ayudará a consolidar la actividad foresto-industrial en la región, pero también exige avanzar rápido en el armado de esas cuencas que abastezcan de madera cultivada la demanda que tendrá la industria.



La construcción con madera seguirá creciendo

Dante Donmarco, presidente de la Cámara Argentina de Aserraderos, Madera, Depósitos y Afines - CADAMDA

El reglamento aprobado es perfecto porque da la posibilidad de relanzar la construcción con madera en nuestro país. Es indudable que era necesario para poder ingresar al mercado de la construcción con un producto que dé seguridad a los que estamos produciendo en madera y a los usuarios.

Ahora la industria tiene que dar un paso fundamental, porque la mayoría se va a tener que adaptar e ir incluyendo las medidas que son necesarias para cada tipo de construcción que se haga.

Entendemos que a partir de ahora el sector va a ir creciendo paulatinamente a medida que vaya habiendo planes de obras públicas, es particular de viviendas sociales. Pero creemos que también podría despegar el segmento de las viviendas premium, donde el sector ya ha incursionado en barrios cerrados o construcciones privadas. Este nicho es muy importante y viene creciendo desde hace más de dos años. Pero lo cierto es que en casi todos los segmentos del mercado se está utilizando más madera que hace una década.

Dentro de este contexto, la recomendación para todos quienes conformamos la cadena de valor de la madera es que debemos ser muy responsables, respetando básicamente la calidad de los productos que vamos a entregar.

En el caso de los planes sociales de vivienda a nivel nacional pedimos que el estado en todos sus niveles asuma un compromiso con el uso del material. Esto no solo en beneficio de nuestro sector, sino sobre todo como parte de una política de cuidado del medio ambiente. Está claro que una decisión así generaría mayor inversión en la parte forestal, dándole continuidad a todos los planes que están un poco parados. Los recursos con los que hoy contamos alcanzan como para empezar, pero pensando hacia adelante y situándonos en 2020-2030, para tener realmente un país sustentable y con producción propia de madera precisamos de una decisión política.

No estamos lejos de un despegue real. La obtención del mercado interno es una reactivación inmediata para todo el sector y el nuevo reglamento ayuda para que esto suceda. Inclusive, estamos convencidos de que se puede llegar a exportar partes y piezas de casas. Se requiere de un plan estratégico real de largo plazo que, aprovechando la aprobación del CIRSOC 601, permita la recuperación de toda la cadena de valor de la madera.



Oportunidad para sumar valor agregado a la producción

Nicolás Zakowicz, técnico foresto-industrial, especialista en tecnología de la madera de la Unidad de Extensión del INTI Concordia.

La aprobación del reglamento tiene dos ventajas muy positivas: la primera es que coloca a la madera, como material de construcción, en el mismo plano que el concreto y el acero; y la segunda es que abre un campo de aplicación para los profesionales del rubro de la construcción como ingenieros, arquitectos y maestros mayores de obra. Esto, a su vez, puede inducir dentro del sector maderero a una mayor diversificación de productos con alto valor agregado, generando así una mejor ecuación en la matriz productiva.

Esta etapa que se abre es importante porque, estando el reglamento y las especificaciones que se citan con las normas IRAM de referencia, se puede implementar un programa de adecuación en el mediano plazo para poder generar productos estandarizados, como oferta no sólo al profesional sino al mercado general del rubro de la construcción.

Lo anterior puede ser abordado tanto por las entidades del sector como por las empresas en forma particular. Creo que la industria está preparada para generar productos básicos bajo estandarización. Ha pasado por diferentes situaciones adversas del mercado, así que tiene ejercicio en afrontar desafíos. En la Argentina el marco está abierto para que esta adecuación se haga de manera progresiva hasta que la industria y el mercado encuentren su punto de equilibrio y, en consecuencia, se consiga un beneficio para todas las partes.

El Reglamento INTI-CIRSOC 601 es de carácter obligatorio para el cálculo estructural; las normas de referencia en cambio son de carácter opcional. La certificación debería, a futuro, ser un requisito para mejorar el mercado y poder –incluso– tener un marco para abrir exportaciones, pero existe una instancia o una posibilidad previa: hacer un plan de adecuación donde no sea estrictamente necesario iniciar con certificación, sino trabajar como si se fuese a certificar y, sobre la marcha, una vez que el mercado valore y absorba el producto, perfeccionar lo que se viene haciendo.

Con respecto a los edificios en madera de varios pisos, lo que se puede rescatar para el plano local es que, así como tenemos códigos de edificación para lo que consideramos tradicional, se pueden sumar otros materiales, como el acero y ahora también la madera. En ese mix hay que buscar el ejemplo del mundo por el cambio climático, investigando las proporciones más adecuadas de cada uno de esos materiales para obtener un beneficio de mejora ambiental integral para la sociedad. En esto Argentina necesitaría empezar a trabajar en un código de edificación que considere los aspectos técnicos de la madera.

Para ello se necesita la participación gubernamental por poder de decisión, la de los profesionales –sobre todo de cálculo estructural–, las universidades y institutos de investigación, y el rol activo del sector de la madera para que, en conjunto, se tomen buenos ejemplos de los antecedentes técnicos que existen en el mundo, se considere la realidad de nuestro mercado, nuestra madera y nuestra sociedad, y así logremos una solución en los años que vienen.


La casa de madera es parte de un hábitat sustentable

Arq. Pablo Güiraldes, director Nacional de Desarrollo Urbano - Secretaría de Vivienda y Hábitat - Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación.

Desde el ministerio estamos trabajando para proponer un nuevo enfoque de la tecnología en la vivienda social, apuntando a poder construir casas más sustentables. Desde la Subsecretaría de Desarrollo y Vivienda la decisión es que todo lo que se haga de ahora en adelante, trabajando con los institutos de vivienda provinciales y municipales sea para que los nuevos barrios contribuyan a crear desarrollos urbanos integrales.

Un muestreo rápido de los sistemas constructivos más frecuentes que encontramos en la Argentina con respecto a la vivienda social nos revela que partimos de 12 años de programas federales muy rígidos y repetitivos, con uno predominante llamado Techo Digno que define para todo el país una casa unifamiliar de 55 m2. En este marco, la construcción con ladrillo cerámico predomina en casi el 90% de lo que se construye, con distinto grado de calidad.

Hoy en Argentina tenemos 21 sistemas constructivos que tienen certificado su técnica, lo que es muy importante porque sin certificar los institutos provinciales o municipales no pueden presentar la solicitud de financiación de un plan de viviendas. Por ello, la aprobación del CIRSOC 601 abre un panorama excelente para la madera al facilitar a los equipos técnicos los cálculos estructurales, abriendo la posibilidad de hacer edificios en altura fundándose en los parámetros del reglamento.

A lo anterior se suma la intención de extender a todo el país la exigencia para que el 10% (como mínimo) de la construcción de una vivienda social sea con madera. Las 5500 viviendas ya construidas en Misiones le dan al material y al sistema un aval enorme. Pero las trabas son fuertes: el desconocimiento de la población sobre sus ventajas produce resistencia; la falta de normalización en el manejo de los bosques, en los aserraderos y en los talleres de ensamblado es algo a corregir; la falta de unidad de normalización y parámetros de precisión y de certificación de calidad a nivel nacional debe revertirse. En esta dirección resaltamos como un hito la firma de un convenio entre los ministerios de Agroindustria e Interior para promover la construcción con madera.

Los desafíos que se vienen a partir del nuevo reglamento son crear productos adaptados al mercado, a bajo costo y financiables; aprovechar el ProCrear, que va a generar un marco crediticio muy propicio y en el cual la vivienda de madera tiene que insertarse; y desarrollar proyectos de media densidad con soluciones compactas en altura.



Los antecedentes

El “Reglamento Argentino de Estructuras de Madera. Disposiciones generales y requisitos para el diseño y construcción de estructuras de madera en edificaciones” –tal la denominación completa del trabajo científico-técnico– fue desarrollado entre septiembre 2009 y diciembre 2010 en el marco de las actividades de la Comisión Permanente de Estructuras de Madera del INTI-CIRSOC, mediante un Convenio de Cooperación Específico suscripto entre el INTI y la Facultad Regional Concepción del Uruguay de la Universidad Tecnológica Nacional (FRCU-UTN).

El convenio estableció que la redacción del texto siguiera los lineamientos internacionales adoptados para desarrollar la segunda generación de Reglamentos Nacionales de Seguridad Estructural de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación, basándose en el Sistema de Diseño Nacional - NDS 2005 de Estados Unidos, en el formato de tensiones admisibles (ASD).

En 2011/2012 el documento estuvo abierto a discusión pública. La versión final fue presentada el 29 de noviembre de 2012 y es una importante actualización de los conocimientos del uso estructural de la madera en nuestro país. De hecho, el proyecto se ha desarrollado en tensiones admisibles (ASD) y debe avanzar en lo referido a estados límites (LRFD), así como también en una revisión en profundidad de la información disponible sobre las características físico-mecánicas de las especies forestales de cultivo en nuestro país; la realización de nuevas tipologías de ensayo de resistencia de la madera para complementar las ya existentes; y el desarrollo local de elementos de unión que respondan a las exigencias del reglamento.


ASORA Revista con Información estratégica para el sector

ASORA Revista brindó un amplio apoyo y difusión a la elaboración del “Reglamento Argentino de Estructuras de Madera”. Además de publicar sendos informes con los avances del mismo, en julio de 2013 presentó por primera vez en público la versión definitiva del documento en el 3er. Congreso de Construcción en Madera, que organizó en el marco de FITECMA 2013.

El valor de la información es vital para la toma de decisiones en las empresas. Este constituye uno de los tantos ejemplos donde ASORA Revista no solo promocionó un tema de gran importancia para el sector, sino que además, adelantó una tendencia que seguramente ayudará a generar mayor cantidad y diversidad de negocios a nivel sectorial.



 

Por Roberto L. Minoli y Alberto Pelagallo



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