A partir de la última devaluación, después de una década las empresas de la primera y segunda transformación de la madera vuelven a mirar a los mercados externos, en muchos casos como una alternativa para sobrellevar la crisis del mercado interno. Por el momento se trata de un movimiento incipiente, principalmente enfocado en los mercados tradicionales para los productos de madera de nuestro país, como Estados Unidos, Canadá y algunas  plazas de Europa. Pero también comienzan a reactivarse y aparecer otros destinos, entre los que sobresale China.


Precisamente, el director Nacional de Desarrollo Foresto Industrial, Nicolás Laharrague, participó entre el 30 de octubre y el 5 de noviembre de un seminario de formación en temática forestoindustrial realizado en Hangzhou, China, que fue organizado por la Administración Nacional Forestal y Agrícola de la República China, junto a la Academia Forestal de China y el Centro Nacional de Investigación del Bambú.

ASORA Revista entrevistó al funcionario para recoger su visión sobre el mercado chino y las posibilidades que presenta en el corto y largo plazo para los aserraderos argentinos. También lo consultó sobre el panorama de las exportaciones para el sector y los principales temas a atender para ganar en competitividad.

Sobre el tema, también se recabó la opinión del sector privado: Cristian Gruber, Daniel Marangoni y Mercedes Omeñaca remarcaron la necesidad de que el Gobierno atienda las demandas de la industria para poder profundizar los márgenes que la actividad requiere para ampliar la base de empresas exportadoras.


- A partir de las nuevas coyunturas y el nuevo tipo de cambio, ¿se ha notado alguna modificación que permita volver a exportar para la forestoindustria?

Nicolás Laharrague: Sí, podemos decir a partir de mitad de año ya se ve un cambio de tendencia en los productos forestales. Se empieza a poder tener una rentabilidad algo mayor y el mercado de exportación se ve un poco más atractivo. Esto se acentúa aún más en agosto con un tipo de cambio más favorable, independientemente del derecho de exportación que se crea para todas las actividades agroindustriales, industriales, de servicio, que significa $4 a lo que no tiene valor agregado, que en el caso de nuestra actividad sería rollos, y $3 a todo lo que es industrializado. Tanto en Misiones como en Corrientes hay empresas que ya han destinado parte de su producción a la exportación. También hay muchos que quieren cuidar el mercado interno, lo que plantea un problema: no siempre es fácil atender los dos frentes porque las medidas para exportación a veces son distintas a las que se comercializan en el mercado interno, entonces compaginar el cronograma de producción termina siendo complejo. Se trata de buscar ese equilibrio puertas adentro de las empresas para lograr abastecer a los clientes del mercado interno y también poder incrementar el número de despachos de exportación. Para eso es muy importante la competitividad. En la Mesa de Competitividad se viene trabajando con el tema de la reducción de los costos portuarios, el tema logístico, la implementación de los bitrenes para mercadería ya terminada y contenedores, y el gran anhelo y desafío –en el caso de la región mesopotámica–es poder poner en funcionamiento el puerto de Posadas y el puerto de Iati Bate. Eso lograría bajar considerablemente los costos logísticos, que para nuestro país son una barrera para exportar.

- ¿Qué incidencia tienen hoy los costos logísticos?

NL: Depende qué producto se esté exportando, si tiene valor agregado o no. Si es madera en bruto que está 200 dólares aproximadamente y el costo logístico hoy está alrededor de 60 dólares. Casi el 30% se lo lleva la logística. A mayor valor agregado, obviamente el costo logístico baja. Por eso hay que tratar de buscar productos con valor agregado. No es fácil, porque China, que es un mercado donde se está exportando, compra mayormente sin valor agregado. En cambio, Estados Unidos sigue siendo un mercado para las molduras y otros productos de mayor valor.


- ¿Cuáles son los principales mercados que se movieron de entrada?

NL: Los tradicionales: China, Estados Unidos, los de Europa. Brasil también puede ser un mercado que se posicione para madera que ellos reelaboren y exporten. No se ha abierto un nuevo mercado, son los tradicionales donde ya se ha exportado y ahora con la mejora del tema de competitividad, se llega a cubrir las exigencias.


- ¿Cómo está el tema de los bitrenes?

NL: Hay varios corredores, uno de ellos se llama corredor forestal y ya está habilitado. Se está es trabajando con adhesiones provinciales. Misiones se adhirió, Corrientes entendemos que está próximo a hacer la adhesión, y Entre Ríos está trabajando, igual que Buenos Aires. También se está trabajando en un aspecto técnico, que son estos corredores forestales que al igual que otros tienen puentes y hay que hacer las pruebas de resistencia para pasarlos de 45 toneladas bruto a 75 toneladas bruto. En noviembre, tres puentes que había sobre la ruta 12 en Misiones fueron habilitados para cargar 75 toneladas. Entonces todo el corredor de Puerto Esperanza, la ruta 12 y después la ruta 14 hasta Zárate ya está habilitado para transporte con el formato bitren o escalable. Es un logro de competitividad, obviamente habrá que hacer inversiones en equipo, pero baja considerablemente el costo del flete.


- ¿Qué tipo de productos tienen más posibilidades en la exportación?

NL: Salvo una empresa que tiene la capacidad de procesar y comercializar volumen, el resto son PyMEs cuya capacidad mensual de producción las condiciona. No tenemos aserradero que produzcan volumen para abastecer un mercado como el chino, de bajo valor agregado y alto volumen. Como hablábamos, el tema logístico también influye bastante, entonces poder generar mayor valor agregado te baja los costos.


- En el viaje que realizó a comienzos de noviembre a China, ¿qué panorama encontró y con qué perspectivas regresó?

NL: Fue una invitación del gobierno chino, específicamente para funcionarios del ámbito forestal de países en vías de desarrollo para fortalecer los lazos comerciales e institucionales. Fueron jornadas de formación para conocer en detalle la actividad foresto industrial en China, la potencialidad del mercado chino, el nivel de consumo, y también lo el cultivo e industrialización de bambú, que es para ellos una especie emblemática y que China busca que crezca y se desarrolle fuera de sus fronteras. China tiene un consumo de madera enorme, si mal no recuerdo casi 100 millones de metros cúbicos por año, que se autoabastece en menos del 50% con materia prima propia. El resto lo compra afuera, principalmente rollos para industrializarlo y procesarlo, porque tienen la capacidad. Se abastecen del sudeste asiático y Rusia, también de Finlandia. Con Estados Unidos están viendo qué cambio puntualmente hacer. Eso puede ser una oportunidad para Argentina, también obviamente para Chile, Brasil y Uruguay que el año pasado exportó casi un millón de toneladas de rollos de pino. China está con un ritmo de inversión interno alto en cuanto a construir plantas de celulosa, tableros o reprocesamiento. Por eso necesitan materia prima. Patrimonialmente a nivel mundial es el país con mayor cantidad de bosques productivos, unos 70 millones de hectáreas de bosques aptos para aprovechamiento con madera nativa y de reforestación.


"Retomar el mercado externo lleva su tiempo"

Cristian Gruber

Responsable exportación del Establecimiento Don Guillermo (Misiones)

 

- ¿Cómo ve la potencialidad para exportar en el sector?

Cristian Gruber: Los costos de logística, más las retenciones, el FOB, las comisiones de venta son cuestiones ajenas que se cobran en dólares y que no es un tema de competitividad de la empresa. Son costos que se le agregan a la producción e influyen muchísimo: prácticamente suman un 8,5% sobre el valor de la mercadería FOB o hasta el 14% sobre el valor de la mercadería en la empresa. Es un valor muy alto para una industria cuyas exportaciones de pymes cayeron prácticamente a cero desde 2007 / 2008. Desde 2011, Chile, Brasil y Uruguay, que son nuestra competencia internacional directa, ya habían superado el cien por ciento del volumen exportado de madera cuando Argentina seguía cayendo. Desde entonces estuvimos cada vez en peores condiciones, bajando los volúmenes, generando menos divisas, menos mano de obra en el sector forestal, menos demanda de la materia prima local. Entonces, cuando llegamos al tipo de cambio que se hizo con la devaluación gruesa de este año, arrancamos de un piso súper bajo. ¿Qué pasó?: llegó el salto y a la semana nos pusieron tres pesos de retenciones por cada dólar, más la inflación, con gastos financieros por las nubes, la suba en combustible, que es un insumo muy importante para nosotros… Entonces, no me parece que se pueda hablar de una competitividad extraordinaria a partir de la devaluación.


- ¿Cuál sería un punto de equilibrio para el tipo de cambio en este momento?

CG: Debería estar cerca de los 40 pesos, porque es lo que todo el mundo había tomado como base de cálculo. Ese es otro problema: a mí los proveedores me facturan con un dólar a 38 / 40. Pero cuando yo exporto estoy cobrando con un dólar a 35 / 36. Entonces, cuando tengo que comprar un insumo en dólares estoy pagando un sobreprecio, porque a mí el Gobierno me está reteniendo.

- Si se tomaran medidas como quitar esta retención, ¿se puede revertir la balanza comercial de madera y manufactura?

CG: Hay una realidad: es difícil que el sector cambie su matriz productiva de la noche a la mañana. Tiene que haber un programa para esto. No hay empresas pequeñas que se lancen mañana mismo a hacer un camión o un contenedor. Ni tampoco hay compradores de afuera que cierren compras inmediatamente. Hay que hacer experiencia, mostrar que se tiene la capacidad técnica para responder al pedido. Además, toda la empresa debe estar en regla para tener el alta para exportar. Si es la primera vez que se exporta, te sale más caro porque tenés que pagar todo por anticipado. Por lo tanto, hay que tener cierta espalda. Son cuestiones que parecen simples pero suman a que no todo el mundo se largue a exportar.


- El hecho de que sean las empresas grandes y medianas grandes las que salgan al exterior, ¿beneficia a las pymes en el mercado interno?

CG: Sí, además tracciona toda la demanda local de otros productos. El que tiene dinero fresco es el que reinvierte, el que paga a tiempo y al contado. ¿Quién no quiere atender a alguien así? Pero eso lleva su tiempo. En mayo los pedidos empezaron a moverse y salieron en agosto o septiembre. Desde que te pasan un pedido hay 30 días hasta que lo tenés en firme. Luego lo empezás a poner en producción y a hacer los ajustes. No es tan sencillo. Además, los fletes internacionales influyen muchísimo. Lo otro que está afectando es la guerra comercial entre China y Estados Unidos, y recordemos que Estados Unidos es el principal cliente de toda la madera del mundo.


- ¿Cómo ve el futuro?

CG: A nivel país, siempre sostuve que la mejor forma de lograr más consumo de madera per cápita es a través de la construcción con madera. Para eso hay dos caminos que se pueden tomar: el primero es el financiamiento para la construcción de viviendas sociales. El Estado hoy por hoy no está apuntando a ese lado, salvo en algunas provincias. Seguimos teniendo un déficit habitacional gigantesco en el país y la madera es una opción, sobre todo porque no está atada 100% al valor del dólar, a diferencia de otros productos que sí están dolarizados. El otro camino es la construcción particular residencial. El tema es que todavía faltan algunas cuestiones para que todo funcione sobre rieles. Cuando empezaron a salir los papeles para que esto funcione mejor, subieron las tasas y cayó la demanda de créditos UVA. Ahora estamos esperando que la situación se normalice para ver si la construcción se reactiva.


"Bitrenes y actualización tecnológica permitirán mejorar la competitividad"

Daniel Marangoni

Directivo de AMAYADAP – Asociación Maderera Aserraderos y Afines del Alto Paraná


- ¿Cuál es la situación actual en Misiones?

Daniel Marangoni: Realmente está complicada. Veníamos mal desde hace varios años y en los últimos meses han caído bastante las ventas. Se va estrangulando el mercado, la cobranza se va estirando, aumenta la morosidad. Vamos a tener un fin de año bastante difícil.


- El reajuste del tipo de cambio que se ha dado, ¿ayudó a cambiar las posibilidades de exportar?

DM: El tema exportación se mantiene más en la expectativa que en la realidad. Se está exportando, pero son las empresas que lo venían haciendo las que están aumentando el flujo hacia el exterior y las que hacían 10 o 12 años que se habían retirado del mercado externo están probando. En estos casos, aunque salga empatado el balance de la empresa, siempre es conveniente para hacer caja. Aparecieron inconvenientes con los flujos aduaneros, donde se trabaron contenedores porque se consideraba que eran nuevos y los mandaron a canal rojo, especialmente en la Terminal 4 de Buenos Aires. Estuvieron parados más de un mes, generando pérdidas y rotura de mercadería. Estamos buscando opciones, como consolidar los contenedores en Santo Tomé. Si el dólar se mantiene en 36 0 37 pesos y la inflación sigue corriendo, vamos a volver al punto de inicio. Esperemos que no suceda y que se mantenga la relación con un mínimo margen. Entonces, las empresas de Misiones y Corrientes podrán seguir el camino de la exportación.


- ¿En qué porcentaje aumentaron las empresas que exportan?

DM: El crecimiento es significativo, pero no estamos en las 40 empresas que llegaron a exportar entre 2005 y 2008. Insistimos en que si se mantiene un pequeño margen, poco a poco va a ir repuntando. Las últimas informaciones marcan que están cayendo los precios en el mercado norteamericano, que es el gran motor del sector forestal en el mundo.


- ¿Cuáles son las principales gamas de productos que se exportan?

DM: En general, más que nada APG y molduras. Necesitamos llegar a que más empresas exporten, porque ayuda a abrir también el mercado interno para las pymes más chicas, que no quieren o no pueden exportar.


- ¿Qué sucede con los fletes?

DM: El flete a puerto se mantiene en los mismos números. Sí bajaron los costos de las terminales porque hubo resoluciones del Gobierno Nacional que acomodaron esos precios. Ha bajado lo que es la consolidación y la documentación de exportación dentro de la terminal y la puesta del contenedor sobre el buque.


- ¿Qué se podría mejorar en este aspecto?

DM: Que funcionen los bitrenes será clave. También seguir trabajando en el tema terminal portuaria y su documentación. En fletes debemos mejorar aún más el despacho de los contenedores y eliminar o reducir lo más que se pueda las retenciones. Hay otro tema: el financiamiento. Ahí el Gobierno tiene que trabajar muy duro. Esperemos que el primero o segundo trimestre del año que viene saque nuevas líneas con tasas accesibles porque la plataforma industrial del sector de aserraderos está en muy malas condiciones, hay que automatizarlos para poder producir más, bajar los costos, tener mayor eficiencia. Son inversiones de unos 500 mil dólares para arriba, como mínimo.


- ¿Qué mercados podrían abrirse para la Argentina, además de Estados Unidos?

DM: Argentina trabajó bien en muchos mercados. Uno de los embarques que tuvo problemas con la Aduana y con la Terminal iba hacia Japón. Hay gente que está mandando a China, Estados Unidos, Canadá, Caribe, Europa. No vamos a poder entrar, por ejemplo, en los países árabes, porque tienen a Rusia, Polonia  o República Checa cerca con madera muy barata. En la Unión Europa, España es factible. Todo el resto de América y Oriente se está trabajando bien.


"Hay que mantener el margen de rentabilidad"

Mercedes Omeñuca

Presidente de la Asociación de Madereros y Afines de Corrientes (AMAC)


- ¿En qué estado está el sector maderero de Corrientes?

Mercedes Omeñuca: El mercado interno está deprimido. La cadena de pagos se cortó, se está trabajando sin rentabilidad porque los costos han aumentado muchísimo, como el combustible y la mano de obra. No es menor el incremento que hemos tenido en la tarifa energética. Sumado a esto, las ventas han caído, en algunos casos, hasta un 40%. Con respecto al mercado externo, tenemos en nuestra zona empresas grandes que están exportando. También hay empresas chicas que han empezado a exportar. Son volúmenes pequeños, uno o dos contenedores por mes, pero no se tiene asegurada una continuidad. Quizás el tipo de cambio hoy permite un pequeño margen, pero al ritmo que vamos con la inflación va a desaparecer, salvo que haya otra medida.


- ¿Qué tipo de productos se están exportando?

- MO: Fundamentalmente madera en bruto, APG y fencing a Estados Unidos y Canadá. Las empresas grandes ya tenían otros mercados como Europa y Japón.


- ¿Cómo está el nivel tecnológico de las empresas?

- MO: Hay una franja de pymes que tiene buen equipamiento y otras que todavía siguen con equipos viejos, que tienen que dar ese salto. Pero para eso tiene que haber acceso al crédito. Tecnológicamente todavía estamos muy atrasados.


- ¿Hubo mejoras en el tema de energía eléctrica?

- MO: Se lograron mejoras pero, como decía antes, hemos sufrido un incremento tarifario muy fuerte que está afectando. Se buscan alternativas. Una empresa llamada Fresa está construyendo una planta de generación con biomasa de 40 Mw que para el mes de agosto del año que viene ya estaría comenzando a funcionar. Y hay otro RenovAR que se presentó para una ampliación de 40 Mw.

En Santo Tomé hay otro proyecto de una empresa que está con una planta de generación de 13 Mw.

 

Por Roberto L. Minoli y Alberto Pelagallo

Asociacion de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria Maderera
ASORA:
Asociación de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria Maderera.
info@asorarevista.com.ar
+54 11 5235 0011