Una estructura de madera flexible para la incubadora de ideas de una universidad
"La Incubadora es uno de los mejores ejemplos de colaboración innovadora que he visto entre clientes, diseñadores, contratistas y subcontratistas. Juntos entregamos un proyecto visionario dentro del presupuesto, a tiempo y con una calidad que superó las expectativas de todos", expresó durante la inauguración del edificio Mark Broomfield, director de Bienes de la Macquarie University, de Sidney, Australia.
La obtención de una decena de premios locales e internacionales por parte del proyecto (ver recuadro) valida la aseveración del directivo.
La Incubadora de la Universidad Macquarie fue diseñada para responder a las necesidades diversas y cambiantes de sus ocupantes, así como a dos aspectos clave que definieron el diseño del espacio; un edificio reubicable y un corto período de tiempo para su implementación.
La concepción del edificio contempló un par de pabellones, cada uno con diseños flexibles, que se prestan a las futuras adaptaciones y funciones de las starts-up que se cobijarían en el interior. De hecho, un fuerte impulsor de todo el proyecto fue la necesidad de contemplar y facilitar la colaboración e interacción entre las nuevas empresas, además de la privacidad para que cada nueva empresa funcione como su propio negocio. "Con esto en mente creamos espacios abiertos y áreas de descanso, y salas de reuniones privadas más pequeñas", comentó Luke Johnson, arquitecto jefe de Architectus, el estudio australiano que coordinó la obra.
Desde un comienzo la madera fue seleccionada como el principal material de construcción "por su capacidad para ser bellamente diseñada, fabricada con rapidez para lograr una alta calidad, y por su potencial para el desmontaje y reubicación futuros", explicó Johnson. La mayoría de los componentes fueron prefabricados fuera del sitio final de localización para garantizar una construcción rápida en el lugar y una mínima interrupción de las actividades del semestre universitario que ocuparían las obras. El edificio se completó dentro de los cinco meses a partir del inicio de la construcción.
El diseño final tuvo en cuenta "una paleta armoniosa de materiales que crea una secuencia de espacios que son táctiles y característicamente cálidos", puntualizó el arquitecto. Para lograrlo se utilizaron varias especies de madera, incluido un diafragma de techo de madera laminada cruzada, vigas de madera de chapa laminada de gran envergadura y columnas de madera laminada en V, así como madera dura y corcho manchados para las superficies del piso interior y madera contrachapada para las paredes externas. "Al trabajar con socios como Lipman y StrongBuild, estos materiales nos permitieron adoptar un enfoque innovador para el diseño, al tiempo que ofrecían un alto grado de reutilización en caso de que se reubicara el edificio", acotó Jhonson.
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