Un equipo de científicos del MIT, Estados Unidos, ha creado y desarrollado un método innovador con el cual se puede producir madera sin tener que salir del laboratorio. El material puede ser hecho en todos los tamaños y formas imaginables, los cuales tendrían las características necesarias para cada uso con el aspecto y la textura de la madera y casi sin desperdicio después de usarlo.
Para crear el material los investigadores toman las hojas de una planta llamada zinia común y les sacan las células. Posteriormente, se combinan con un gel muy dúctil que está enriquecido con nutrientes, minerales y hormonas que refinan la mezcla para hacerla más pura. Esta combinación hace que las células vegetales se reproduzcan en otras, las cuales serán manipuladas en las condiciones del laboratorio.
Finalmente, con una impresora 3D alimentada con este material se pueden crear muchas estructuras con gran precisión, como sofás o sillas con formas tan complicadas como se desee. Luego, pasa por un proceso de fraguado en la oscuridad que dura de tres a cuatro meses, según el objeto. En este tiempo, el material se deshidrata y el resultado es el artículo hecho de madera artificial con todos los atributos de la natural.
Los investigadores descubrieron que, ajustando algunos químicos necesarios durante el crecimiento del material, se puede ejercer un control muy preciso sobre las características mecánicas del material, como la densidad, rigidez, peso, etc., lo que lo hace muy dúctil.