La madera avanza en la construcción en altura en las grandes ciudades
Via Cenni Social Housing es a la fecha el mayor proyecto de vivienda social en Europa realizado con un sistema de estructura portante de madera en altura: cuatro torres de nueve pisos cada una. Está emplazado en la zona oeste del ejido urbano de Milán (Italia) y cumplió un año de su inauguración oficial en noviembre pasado. Es el primero en su tipo realizado en una zona sísmica y acaba de ser nominado para concursar por el premio "European Union Prize For Contemporary Architecture - Mies Van Der Rohe Award 2015".
El complejo tiene 123 departamentos categorizados en la clase A de eficiencia energética –además de otras instalaciones ¬ y corresponde al arquitecto italiano Fabrizio Rossi Prodi, que ganó el concurso internacional llevado adelante por Polaris Investment Italia SGR, firma encargada de su construcción y desarrollo comercial. El emprendimiento contó con el respaldo del de la Comuna de Milán y gobierno de la Región de Lombardía.
Bajo el muy significativo título "Cenni di Cambiamento" (NdlR: signos de cambio) que juega con el nombre de la calle en la que está emplazado (Via Cenni), el complejo –que fue terminado en sólo 18 meses– contempla tres ejes proyectuales: innovación, calidad y servicios, pero sin perder de vista el carácter social del emprendimiento: está dirigido a quienes no pueden acceder a una vivienda en el mercado, promoviendo una nueva cultura del habitar comunitario.
El proyecto constituye –sin dudas– un punto de referencia global para la industria de la madera y su horizonte de negocios. Por un lado, remarca los avances en la aplicación de lo que se conoce como "madera técnica" y su producción en escala; pero fundamentalmente pone un hito en complejos habitacionales en altura basados en madera en el ámbito de grandes metrópolis.
Sistema constructivo.
El proyecto "Cenni di Cambiamento" se ejecutó a partir de un sistema constructivo de paneles portantes conocidos como X-Lam (también denominado CLT BSP, madera contralaminada o crosslam).
Estos paneles no resultan en sí una novedad tecnológica, pues los mismos son una evolución dentro de la ingeniería con madera, desarrollados en Europa en la década de 1990. Tienen como principal característica su gran resistencia y una alta rigidez que les permite sustituir al acero y el hormigón como elementos estructurales en edificios de grandes dimensiones.
El X-Lam es producido, generalmente, a partir de tablas de especies de crecimiento rápido, secadas industrialmente y encoladas en toda su superficie en capas alternadas en ángulo recto (entre tres y siete según el espesor del panel y las prestaciones requeridas). En el caso de los utilizados en Via Cenni (del tipo CLT), la empresa proveedora Stora Enso utilizó madera de abeto. En total se utilizaron cerca de 6100 m3 de paneles provenientes en su totalidad de bosques certificados de Austria, cuya gestión forestal permitió calcular que la madera usada se regeneró integralmente en menos de cuatro horas.
La aplicación de estos paneles macizos se da tanto en muros exteriores como interiores. También tienen aplicación como cubiertas y en aberturas (puertas y ventanas) pues permiten ser fabricados con cortes de extrema precisión en máquinas de control numérico (CNC).
De esta forma, pueden cumplir a la vez funciones estructurales y de cerramiento, eliminando pilares y mochetas que disminuyen la superficie útil de los ambientes.
En el caso del proyecto de Via Cenni, el sistema de paneles portantes fue elegido centralmente por razones ecológicas y ambientales que, al mismo tiempo, permitieron asegurar un alto rendimiento en términos de seguridad estructural y confort habitacional y obtener un edificio encuadrado en la clase energética A por su ahorro en el ítem conductividad de los edificios y el bajo componente de emisiones CO2 a lo largo de todo el proceso de obra. Las estimaciones indican un consumo medio anual para un departamento de 100 m2 inferior a 300 € contra 1.000 / 1.500 € que demandan en concepto de calefacción los edificios en Italia.
La flexibilidad que garantizaba este sistema en la distribución del espacio interior de las viviendas permitió la personalización del ambiente de cada casa con una modalidad muy flexible y creativa, otra de las características de "Cenni di Cambiamento".
La madera en el centro de una filosofía del habitar.
La casa tiene una profunda significación social y carga simbólica: es refugio y lugar de los afectos, implica estabilidad e inversión económica, se enlaza a la perspectiva de una vida. “A una casa le pedimos solidez, seguridad, que sea duradera en el tiempo. Alguien ha utilizado para la casa la imagen de la tercera piel para decir cuán profundamente nos toca a cada uno de nosotros las características de la vivienda que habitamos”, señaló el asesor de la Regione Lombarda, Domenico Zambetti.
De allí que la elección de la madera como material de gran protagonismo en el proyecto se correspondió con su aporte esencial a la filosofía que inspiró el mismo.
“Desde hace algunos años –reflexionó Zambetti– nos hemos empezado a ocupar más de cerca sobre lo que consumimos, no sólo por razones económicas sino también por razones éticas y sociales. Si adoptásemos en la construcción los mismos criterios con los que elegimos los productos de nuestra alimentación, deberíamos preguntarnos de dónde vienen los materiales que se han utilizado, si los recursos utilizados son renovables sólo en principio o podrán ser realmente reciclados o si la envolvente del edificio garantiza nuestra salud y bienestar. Responder a este conjunto de preguntas lleva a tomar decisiones conscientes. Vivir en una casa de la clase A significa ciertamente ahorrar, pero significa por sobre todo no contribuir al desperdicio de los recursos energéticos.Son muchos los factores que se deben mantener en equilibrio”.
En su etapa promocional, los responsables de la comercialización tuvieron que enfrentar el desafío de informar y sensibilizar al público meta del proyecto para cambiar ciertos preconceptos: "Si alguien habla de casa de madera en nuestra cabeza se forma la imagen de un chalet, un edificio provisorio o las casas de los pioneros norteamericanos. Es el poder del imaginario, el mismo para el que el ladrillo se refiere a la inversión de bienes raíces, el cemento a menudo se traduce como especulación edilicia y el acero significa tecnología de vanguardia", explicó Zambetti.
Teniendo en cuenta esto, el proyecto de Via Cenni tuvo en cuenta que debía resolver un debate crucial entre dos polos: la tradición y la innovación, en el que el primero convence porque ha sido ampliamente probado y el segundo se vincula al avance y la mejora, pero en tensión con la duda y los riesgos frente a lo poco conocido. Como señaló el Arq. Rossi Prodi “no nos importa en absoluto la tecnología de las casas que ya habitamos y de ellas conocemos sólo lo que vemos (yeso, cerámica, mármol, etc.). Pero empezamos a hacernos preguntas cuando alguien habla de la madera y la innovación”.
En Cenni di Cambiamento, vale decir que la madera está muy presente, pero no se ve: juega una función portante, como los muros o tabiques de hormigón armado o los solados con tecnología mixta. De hecho, lo que se ve en el interior y el exterior es similar a cualquier otro edificio.
Se trató, entonces, de presentar las bondades de la madera a través de los paneles X-Lam, mostrándolos como una de las tecnologías más avanzadas en la industria de la construcción con madera, a la vez que constituyen un sistema para el que hay una buen experiencia de utilización en grandes edificios y de varias plantas.
En síntesis: la trascendencia del complejo de Via Cenni se comprende por sus méritos tecnológicos y constructivos, donde sobresale su dimensión (cantidad de unidades habitacionales y altura de los edificios que lo componen). Pero también por el objetivo cumplido de instalar en la opinión pública el concepto del habitar responsable. En ambos casos, la madera superó el desafío y expande el horizonte de sus negocios en el fundamental segmento de la construcción en el siglo 21.