Con una extensa oferta de productos, servicios y eventos, el Salón del Mueble de Milán celebró su 55ª convocatoria en abril 2016. En esta edición se registró un total inédito de 372.151 visitantes profesionales de los cinco continentes (+4% respecto de la edición 2014 cuando también se desarrollaron las bienales dedicadas a la cocina y el baño), a los que hay que sumar el público general del sábado y domingo (41.372). En paralelo a la oferta comercial se organizaron tres grandes eventos –en la misma feria– dedicados a la filosofía del habitar, el clasicismo en el interiorismo y los acabados para arquitectura.

La muestra abarcó 270.000 m2 de superficie neta, con 2407 expositores (incluidos los 650 diseñadores del SalonSatellite) de los que un 30% fueron empresas extranjeras. Así, el Salón convalidó su etiqueta de escaparate internacional por antonomasia de las últimas novedades en materia de productos y soluciones, un foro de ideas, creatividad, innovación y tecnología que reafirma su papel clave en el sector del diseño.


Lugar para el nuevo lujo.

Hasta la pasada edición los productos complementarios para la decoración se hallaban esparcidos en varios pabellones. Desde este año salta al ruedo el Salón Internacional del Artículo Complementario para la Decoración, clasificando las tipologías estilísticas en Clásico, Design y Lux. A este último apuntan los reflectores del mercado, representando la elegancia de un lujo que está más allá del tiempo, interpretado en clave contemporánea. Hubo que darle carta de ciudadanía a una tipología de productos que ha sabido triunfar en EE.UU, el Medio y el Lejano Oriente, además de responder a una demanda creciente que exigía una ubicación exacta para la tipología.

Numerosas empresas, que empezaron a trabajar con formas clásicas o de diseño, luego se orientaron hacia esta propuesta con un producto de carácter lineal, al que le añadieron detalles, acabados y materiales más cálidos y menos rígidos. Sobresalió la presencia de las marcas más importantes de la moda, entre ellas Fendi. Pero lo que efectivamente marca una diferencia respecto de otras ferias de muebles no está dado solamente por el tradicional Salón del Mueble, sino que abrió sus puertas en una ciudad profundamente transformada en su estructura, circulación y arquitectura por los varios eventos de peso internacional que se han ido sucediendo durante los meses anteriores a la inauguración de esta edición.

Entre esos eventos se destacó particularmente la Exposición Universal de Milán 2015 que planteó la temática “Alimentar el planeta, energía para la vida”.

También con inicio casi simultáneo al Salón del Mueble ha tenido lugar la MiArt (Feria del Arte en Milán / +11% de ingresantes / 45.000 visitantes), con un programa de eventos que ha registrado lleno total. MiArt ha colocado nuevamente a Milán entre las capitales internacionales del arte moderno y contemporáneo. Fueron 154 las galerías internacionales provenientes de 16 países que han participado de esta edición número 21, representando lo mejor del arte y el diseño de edición limitada. “Somos una mina de oro, Italia en este momento está bajo los reflectores. La situación es óptima, la sinergia entre MiArt, Salón del Mueble y Triennale es fundamental, el arte vale oro”, comentó satisfecha la galerista Lia Rumma, una pionera de las periferias del arte.

También resultó un evento relevante la inauguración de la XXI Triennale di Milano. En ambos casos se desarrollaron ejes sinérgicos respecto de la identidad misma del Salone del Mobile, que desde 1961 (año de su fundación) se ocupa de incrementar la centralidad de Milán en el mundo del diseño.


Las novedades desde el centro del diseño.

Como en cada edición, las novedades presentadas marcan contemporáneamente la historia y también el mercado del mueble. En el Salón nacen las nuevas tendencias, se afirman los nuevos talentos y –al mismo tiempo– se consolidan posiciones y estrategias.

Junto a los salones del Mueble y de Artículos Complementarios, este año se presentaron las bienales Eurocucina, con el evento paralelo Technology for the kitchen, y el Salín Internacional del Baño, dando respuesta a la creciente demanda de calidad que se aprecia en ambos sectores.

En el caso de estas dos últimas muestras, fue notorios los rasgos distintivos de los productos exhibidos: diseño elegante, estética de vanguardia, innovación tecnológica, eficiencia energética y uso fácil. Ya sean cocinas en laminado plástico, madera, metal, albañilería o piedra natural; placas de inducción; campanas extractoras o elementos integrados para la cocción. O muebles de baño como cabinas de ducha, saunas, bañeras o radiadores.

Conjugar los negocios y la cultura también es parte constitutiva de la filosofía del Salone. Por ello, en el marco de la Triennale se presentó “Habitaciones. Otras filosofías del habitar (Stanze)”, recalcando la tarea especial que tiene a su cargo la arquitectura de interiores. Junto al trabajo de once arquitectos de diferentes proveniencias se generó una visión de nuestro habitar proyectada hacia el futuro curada por Beppe Finesi.

También en esta conjunción con la cultura pudo observarse la acción desarrollada entre Dolce&Gabanna y Smeg, que se han unido una vez más para idear la nueva edición especial del frigorífico FAB28 que lo transforma en una obra de arte única. Las dos compañías pertenecen a sectores creativos distintos, pero les unen sus fuertes valores y la tradición del Made in Italy. También un profundo respeto hacia las tradiciones italianas que la creatividad combina hábilmente, mezclando diferentes eras, especialidades y sensibilidades. El resultado es el frigorífico FAB28 con el característico estilo D&G. Cada refrigerador es único y está realizado con el esmero de los artistas sicilianos y la estética de Doménico Dolce y Stefano Gabanna. Los temas desarrollados hábilmente están muchas veces rematados con motivos florales clásicos. Estos cien exclusivos electrodomésticos son fruto de la innovación y un meticuloso ojo por el detalle y combinan la calidad y tecnología de SMEG con la creatividad y habilidad de los maestros artesanos.

A la discusión se presentaron en el Salone piezas de impacto seguro: Konstantin Grcic, seguramente uno de los diseñadores más afirmados en escena, propone la silla “Remo” desde la empresa Plank, volviendo a sugerir el valor de la serie después –y en contemporánea– del paréntesis de alto artesanado. La silla constituye un elemento central no solo para Plank, sino particularmente para el mundo del diseño.

Como dice Grcic en una reciente entrevista: “Si quisiéramos contar la historia del diseño eligiendo una única tipología, podríamos hacerlo a través de las sillas. A mi parecer se trata, en absoluto, de la tipología más expresiva por su capacidad de asumir una cultura entera, de mostrarnos como viven las personas o vivían sus costumbres, sus hábitos, sus sueños y naturalmente también el nivel de desarrollo tecnológico de una sociedad”.

La silla Remo, apilable, se presentó en el Salone 2015 en distintas versiones en madera y ahora se transforma en una silla plástica. Realizada en polipropileno, no se configura solamente como una versión de la silla anterior, sino como un nuevo producto, en grado de potenciar la gama existente gracias a la riqueza cromática y la versatilidad de su uso, especialmente como silla de exterior. Remo se produce en 12 colores y con una estructura en caño metálico cromado para uso interior o zincado sigilado para exterior.

Por su parte, Jasper Morrison, diseñador británico, ha creado la silla Kali para la compañía sueca Offecct implementando técnicas sencillas que permitieran, en un futuro, llevar la producción hasta Tanzania. Está conformada por una tapa de madera contrachapada de una sola pieza y patas torneadas de madera sólida. Los beneficios obtenidos por su venta se destinarán a recaudar fondos para el centro de acogida de menores que la ONG sueca ECONEF mantiene al norte de ese país africano.

Siempre en plástico (polipropileno cargado con fibra de vidrio y air-moulded), la empresa Magis asume el juego irónico de Jaime Hayon, que oficialmente cita el modernismo catalán pero que –en este producto– hace una guiñada a las sillas de las historietas.

En Kartell, las formas esenciales de la poltrona “Piuma” (pesa 2,2kg) diseñada por Piero Lissoni, esconde un inédito y revolucionario procesos de estampado a inyección de un polímero termoplástico cargado también con fibras de carbono.

También esencial y poética es la estructura fluida del banquito “Sag” propuesto por Nendo para MDF Italia (empresa dell grupo Cassina).

En el sector del equipamiento la innovación tecnológica juega una partida importante, fundamentalmente en términos de confort ambiental. Caimi Brevetti presenta con Alessandro y Francesco Mendini, “Bemolle”. Se trata aparentemente de unos paneles de pared que, en realidad, son capaces de un fuerte absorbimiento acústico.

Por otro lado, la técnica de impresión 3D ya superó ampliamente la función de herramienta de prototipo. Para comprobarlo basta mirar la base estructural en forma de pétalo de la mesa “Asterias” de Patricia Urquiola para Molteni&C.

Impresión 3D, autopromoción, reciclaje… herramientas con las que los jóvenes debajo de los 30 años crean el estilo contemporáneo. Después de la crisis, los creadores de objetos se separan de la industria y tienden a hacer todo por sí mismos, en una autarquía que libera prepotentemente energías: pobres pero bellos y el salto a la producción industrial –siempre que se dé– llega en un segundo tiempo.

En este proceso que ha apenas empezado existen ya teóricos interesantes para bucear: Giovanni Bonotto, empresario italiano que provee sus telas también a Christian Dior, dice: “Hemos aprendido a reusar las manos y a entrar en la dimensión de los sueños”. Se pudo ver la muestra New Craft en el ámbito del la Triennale: orgullosas joyas en nylon y plata impresos en digital (de Paola Volpi), poltronas de acrílico elaboradas al crochet (la Million Loops de María Camarena), lámparas inspiradas en detalles de los edificios de New York modelados en 3D.


El futuro en el presente.

LLegó a su 19ª convocatoria el SaloneSatellite, dedicado a los jóvenes de menos de 35 años, esta vez con el tema “Nuevos materiales > Nuevo diseño”. En su concurso SaloneSatellite Award (7ª edición), apuntó a facilitar el contacto entre demanda / oferta, empresarios / diseñadores, creatividad / producción. Este año también se renovó la colaboración con la Rinascente; los grandes almacenes milaneses seleccionaron algunos productos diseñados por los jóvenes creativos que participan en el SalonSatellite. A la postre, los expondrán y venderán desde el comienzo del otoño hasta la Navidad 2016 en el Design Supermarket de Milán.

 

Por DI María Sánchez.

Profesora titular y directora del Programa "Innovación para el desarrollo de las cadenas de valor de la región NEA". Facultad de Artes y Diseño,

Universidad Nacional de Misiones (UNaM).