Una elegancia contemporánea que oscila entre el minimalismo y la funcionalidad, entre las técnicas artesanales y el know-how digital y la innovación tecnológica, caracterizó la 56ª edición del Salón del Mueble de Milán (4 al 9 de abril). La muestra italiana renovó como cada año sus credenciales de centro mundial de la creatividad en el diseño de muebles e interiorismo. Junto a sus muestras complementarias Salón del Complemento y la Decoración, Euroluce y Workplace 3.0, más el aporte de los jóvenes diseñadores del Salón Satélite, ofreció una semana en la los límites de las subdivisiones estilísticas fueron resignificados y flexibilizados.


Este año, el Salón reunió en todas sus muestras a más de 2.000 expositores (34% extranjeros) y congregó a más de 340.000 visitantes de 165 países, manteniendo su alto grado de internacionalización como centro de negocios.“Números que confirman una tendencia positiva que se percibió desde el primer día en los pabellones del Salón del Mueble y de las bienales Euroluz y Workplace 3.0, con un incremento del 10% respecto de la edición 2015 con las mismas bienales de esta edición dedicadas a la luz y la oficina”, comentó el presidente del Salón del Mueble Claudio Luti.


La elegancia en todas sus formas

La propuesta global del Salón de Milán 2017 resultó en una nueva interpretación estética basada en la búsqueda y en la utilización de materiales preciosos, nobles, con una identidad definida, y cuya materialidad logra imprimir en formas aparentemente simples un sello único e inconfundible. Un emergente estilístico cuya fuerza no está en la imposición sino en la empatía con el entorno, los usuarios y los imaginarios sociales.

Podría hablarse de una estética propia del lujo de la materia, aunque sin estridencias, discreto, enriquecido con detalles que se convierten en estructurales, terminaciones particulares y componentes cálidos y suaves. La palabra lujo, por lo tanto, se transforma en un sinónimo de precioso y escenográfico, de exclusividad siempre medida. En definitiva, de la cualidad de la elegancia en el mínimo detalle y en el total de una colección.

Para lograr lo anterior la clave este año fue una apuesta redoblada por la innovación. El Salón del Mueble presenta esencialmente productos: sean piezas que allí salen al mercado por primera vez, o piezas vueltas a presentar (por segunda o tercera vez, o tal vez hasta más) porque son todavía best-sellers o prestigian los catálogos porque se convirtieron en representativas de las tendencias de la decoración. La relación de pertenencia de todas estas piezas es la innovación, en tándem con la búsqueda y la calidad.

Esta edición del Salón del Mueble de Milán no reconoció como protagonista un color o un diseñador (los analistas esbozaron que parece terminada la época del color de temporada o del personaje), sino que se empeñó en destacar un producto cada vez más flexible, exigente, casi de sastrería, para responder a las singulares exigencias de cada cliente. Los principios de la personalización orientan, de hecho, cada vez más todas las elecciones de consumo, también –claro está– en el ámbito de la decoración. En Milán quedó claro –por si hacía falta destacarlo– que el mueble a medida ya no está referido a sus dimensiones, sino más bien a su fuerza expresiva y comunicacional, sea a tevés de dimensiones pequeñas que privilegian la idea de confort e intimidad, el juego de líneas sutiles que aportan dinamismo, o las terminaciones en metal y madera que confieren una identidad clásicacontemporánea.


Líneas de tendencias

- Evidenciar la hechura artesanal de los productos fue una de las prioridades de esta edición del Salón de Milán, de parte sobre todo de las empresas italianas.

- Los muebles de guardado acapararon la atención con nuevas soluciones orientadas a la multifunción y mayor presencia de iluminación en el interior de los muebles.

- Las referencias al pasado tienen siempre un fuerte atractivo. Este año, en particular, la década del 50 pareció la predilecta.Un destaque especial tuvieron las reediciones,que volvieron a ser abundantes en Milán 2017 y revisitadas en clave contemporánea.

- La suavidad fue la propuesta para que la casa siga siendo el lugar elegido para buscar refugio y donde sentirse cómodo, donde las formas tapizadas y rellenas se presentaron con un sello de absoluta simplicidad.

- El estilo mar mediterráneo encontró su reflejo en familias de objetos con reminiscencias a la naturaleza, incluso en soluciones que definen nuevas tendencias del vivir al aire libre.

- La búsqueda de la verdadera esencia del producto se vio reflejada en una linealidad estructural y visibley una esencialidad manifestada en el uso de materiales innovadores.

- La madera maciza siempre se destaca en toda su esencia, esta vez combinada con otros materiales, como el acero o el cuero, mezclados con una vasta gama de textiles.

- La conjunción diseño y arte se ganó la atención una vez más en un nuevo espacio ligado al nuevo lujo y piezas y colecciones en todo tipo de materiales.


Classic, la identidad del futuro

Bajo el nombre “Classic: tradición en el futuro” la muestra italiana propuso un“paseo” por un ambiente que alcanzó a valores como patrimonio del conocimiento, carácter artesanal, maestría en el arte de realizar muebles y objetos en estilo clásico.


La luz como protagonista

La 29ª edición de la bienal Eurolucecerticó que el LED mantiene su supremacía y ganan fuerza nuevas fuentes luminosas que permiten inventar formas impensadas en un juego de nuevas geometrías.

La iluminación tiende a ser cada vez más puntual, en tanto digital, más personalizable: una luz a medida.El ahorro energético, la sustentabilidad ambiental y la no contaminación luminosa marcaron las propuestas.

También prevaleció un lujo medido, expresado en un diseño riguroso y limpio, de materiales refinados y ricos en detalles.


Espacios de trabajo

La muestra paralela Workplace 3.0 ofreció una propuesta expositiva con un concepto innovador para que el diseño y la tecnología se pongan al servicio del espacio de trabajo, un ámbito muy presionado por la rapidez del cambio del mundo laboral y las nuevas exigencias del mercado en cuanto a productividad y sustentabilidad.

En la instalación especial “A JoyfulSense at Work” (Un placentero sentido en el trabajo), se ofreció a través de cuatro instalaciones una interpretación para refundar la teoría de los proyectos del producto “oficina” y de los ambientes de trabajo, centrándose en el hombre, sus necesidades reales, sus emociones, sus experiencias.

 

 




Producción y textos: Alberto Pelagallo

Informe y fotografías: UfficioStampaSalone di Milan

 

 

Asociacion de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria Maderera
ASORA:
Asociación de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria Maderera.
info@asorarevista.com.ar
+54 11 5235 0011