La 57ª edición del Salone del Mobile de Milán, el evento internacional más importante en el mundo del diseño y el mobiliario, pareció marcar una pausa en la definición de una tendencia dominante en las propuestas de los expositores: se pudo advertir que no hay un discurso único, sino más bien una búsqueda narrativa hacia adelante de la industria del mueble y el interiorismo.

Este año la muestra italiana se compuso –además del central Salone Internazionale del Mobile y el Salone Internazionale del Complemento d'Arredo– de las muestras especializadas EuroCucina / FTK - Technology For the Kitchen 2018 y el Salone Internazionale del Bagno 2018, a lo que se sumó una nueva edición del SaloneSatellite, el espacio que reúne a los jóvenes talentos del diseño, y muestras especiales "fuori Saloni" en diferentes lugares de la ciudad de Milán. Entre estas se destacó especialmente el proyecto “Living Nature. La natura dell’abitare”.

Los números finales de la manifestación resaltan la vitalidad y el interés que despierta en todo el mundo: la asistencia de 435.065 registros de visitantes de 188 países significó un aumento del 17% en comparación con 2016 (la anterior edición que propuso las mismas bienales dedicadas a la cocina y el baño) y el 26% en comparación con 2017. Los 1.841 expositores, de los cuales el 27% provino de 33 países, más los 650 diseñadores jóvenes del SaloneSatellite, ocuparon un área total de más de 210.000 metros cuadrados, en la que se presentaron proyectos de extraordinario valor, capaces de entrelazar el diseño, la tecnología, la flexibilidad y la sostenibilidad en productos y soluciones para una vida contemporánea que mira, conscientemente, hacia el futuro. Una oferta que combinó calidad y creatividad, fruto del estudio, compromiso e inversión en la investigación de las empresas del sector.


Objetos en el horizonte

Numerosos y variados son los caminos estéticos que han caracterizado la edición de 2018 del Salón de Milán, desde el organismo hasta el retorno de lo clásico, desde la búsqueda de la pureza hasta la fantasía. Pero a la hora de encontrar un elemento común aparece con fuerza la recuperación del valor narrativo de los objetos, su capacidad para crear una atmósfera y convivir en espacios percibidos como "habitaciones" saturadas de colores en la paleta de rosa/rojos y grises/petróleo. Paisajes interiores donde se destacaron las maderas sofisticadas, los acabados preciosos, las telas envolventes y la sensorialidad del tacto en un lugar bien destacado: este año los muebles invitaban a ser acariciados, con la vista, pero también con la mano.

En el área del interiorismo y la decoración se expuso una amplia variedad de productos: accesorios de decoración, objetos, elementos decorativos, textiles y estilos, desde el clásico hasta el moderno y el diseño, en una búsqueda por darle personalidad y originalidad a los espacios domésticos, con propuestas exclusivas desde el diseño moderno hasta el más clásico para hacer que la casa sea acogedora y reflejar la personalidad de quienes viven allí.


La no tendencia única

Quienes estaban a la espera de queel Salone Internazionale delMobile de Milán respondiese clara y unívocamente a la pregunta ¿qué tendenciaabrazará el diseño en 2018?, se encontraron con una sorpresa: porque no hay “una”tendencia del diseño sino muchas. Diferentes, por no decir radicalmente diferentes. En suma, podría sostenerse que, en la actualidad, el carecer deuna tendencia definida se ha de considerar como la tendencia principal.

Se trata, quizás, de la culminación de un largo proceso, una constatación de lo que se ha venido repitiendo cada vez más a lolargo de la última década: el intento por escapar de un nuevo“ismo”, acentuando la personalización y la innovación.

En definitiva, los fabricantes, diseñadores y consultores destacaron que en 2018 se aprecian numerosas y variadas líneas estéticas: desde elorganicismo hasta el regreso del clasicismo, pasando por la búsqueda de la pureza y elestilo fantasy. Y, en el marco de cada corriente, se pueden hallar diseñadores pertenecientes alos contextos culturales y geográficos más variados. Indicio clarísimo de que los creativosde todo el mundo, hoy en día, razonan en términos de “tribu de referencia” y viajan sincesar por un mercado global, donde los localismos parecen llevar las de perder, salvo para dotar de personalidad un objeto, un mueble o una ambientación, nunca como la expresión de “estilos nacionales”. Ya no es posible postular un diseño italiano como opuesto al escandinavo o al alemán. En cambio, es cada vez más común encontrar a un diseñador alemán quetrabaja para una empresa griega manejando un léxico del diseño escandinavo, por ejemplo. Avanzan los fenómenos de polimorfismo, que muy amenudo se definencomo “hibridación” y “mestizaje cultural”, típicos del nuevo milenio.

Noobstante, tras hacer hincapié en la ausencia de una línea estilística única, pueden evidenciarse algunos elementos que todas las tendencias actuales tienen en común.

Enprimer término, es preciso volver sobre la recuperacióndel valor narrativo de los objetos: su capacidad de crear unaatmósfera y de vivir junto a otros en un espacio que se percibe como si fuera un "gabinetede las maravillas" o "el cofre de un coleccionista". Los artículos de interiorismo no son presencias neutras, son capaces de explicitar y contar nuestras ideas y nuestras pasiones.

Esto se aprecia, de manera particularmente evidente, en el organicismo, tendenciasensual que tiene un claro repunte. Por ejemplo, latipología de los muebles acolchados hoy ciñe sus formas canónicas a un estilo másorgánico y las propuestas que se inspiran en un clasicismo más formal buscan detalles entrelazados y sinuosos por donde sea posible pasar la mano con placer. Hay un gran número deartículos que se definen por usar el cuero, el mármol, el latón o los metales bruñidos, o bien en combinaciones inéditas de materiales.

Paralelamente, resultan cada vez máscomunes las reediciones, grandes piezas del pasado que se rastrean, estudian, admiran y se vuelven a proponercon un esmero notable enla interpretación y reconstrucción de cada detalle. Aquí la estética predominante del momento esincuestionablemente la escandinava: sus medidas, típicas de los años y los contextos en que fueron diseñadas, rechazan todo “gigantismo” y proponen un lenguaje más doméstico y acordeal tamaño real de los espacios donde se ubicarán . Pero los objetos más pequeños no se contraponen a la estética cosy (aquí el inglés esobligatorio) que hoy triunfa por doquier: la de los lugares acogedores.También pertenecen al mundo de las reediciones algunas piezas que sencillamente se inspiraron en muebles y atmósferas del pasado como sillas, aparadores italianos, el biombo o la mesa consola. Un destaque especial para los espejos: son tan numerosos como elaborados, fruto de un diseño de alta joyería, obras de artecon reticulados tupidos y vidrios decolores, entre otras excentricidades, con cierta predilección por la nostalgiaromántica o gótica.

Las telas no se quedaron atrás en cuanto a protagonismo: recuperan el batik africano al mismo tiempo que los grabados del siglo XVIII, configuras de pájaros exóticos y dragones. Todo ostentando el uso desmesurado de franjas,ya sea en seda, rafia o rayón. Sobre los pisos de mármoles veteados, maderasenvejecidas o baldosas de cemento como las de antaño no podían faltar las alfombrasconel esfumado de los colores.

Otro punto reconocible es el diseño entre la nostalgia y lo kitsch, palabra muy útil para describir un fenómeno actual, que se ha quitado de encima todo matiznegativo y que se concreta en la reunión de objetoscomo un sofá pequeño y acabados resplandecientes (glittering yoro entre los destacados). Como contrapartida llega Ultra Violet, el color Pantone del año 2018.

Por último, el análisis de las tendencias principales subraya unacaracterística extremadamente positiva que engloba a todas las “narrativas atrevidas”,mencionadas hasta ahora: el redescubrimiento de técnicas y saberesartesanales que estaban en vías de extinción.

La filosofía del diseño actual esmaximalista. Por eso mismo, requiere una gran profusión de detalles, acabados,mecanizados y otros trabajos de primera calidad. Así, llegan los mármoles raros, la marquetería de paja (o straw marquetery) o elmosaico de madera de raíz. Inclusive a los materiales de origen más humilde se les añade valorgracias a la inteligencia del trabajo al que son sometidos (por ejemplo, los cabos náuticos).

Como una respuesta reactiva, hay propuestas que se caracterizan por un minimalismoexasperado que se expresa, por ejemplo, en la recepción de oficinas mediante unos asientos esenciales, encimeras que se configuran como marcos abstractos, superficies de acero brillante con acabadoespejo, o una isla de asientos formada porcojines y cajas-módulo.

Como se dijo, en Milán no se "escuchó" una sola voz, sino múltiples narradores en busca de una historia para los muebles, los objetos y el hábitat cotidiano.


EuroCucina 2018: Fluido, ordenado y profesional: así es el nuevo espacio para cocinar

EuroCucina se confirmó como la cita más importante y prestigiosa de la categoría a nivel internacional, acentuándose como el lugar del encuentro y el diálogo con las mejores empresas italianas yextranjeras del sector. Un momento inmejorable para descubrir las nuevas tendencias imperantesen ese espacio del hogar contemporáneo, que nació para disfrutar en compañía.

En la 22ª edición EuroCucina presentó 111 expositores, distribuidos en una superficie de 21.800 metroscuadrados, al que se le anexó nuevamente un broche de oro natural: FTK - TechnologyFortheKitchen, un certamen que pasa revista a la tecnologíade hoy y de mañana en el rubro de los electrodomésticos de empotrar.

Los puntos altos deEuroCucina fueron la elevada calidad de los productos y la amplia oferta queexhibieron todos los sectores de actividad. No sólo para mostrar las novedades de la cocinacontemporánea, sino también para delinear ideas interesantes y fascinantes sobre laorganización y la evolución futura de este espacio. De allí salió la idea fuerza dominante de esta edición: la cocina es el lugar por excelencia para disfrutar con la familia y los amigos alrededor dela mesa y que con su vocación para encontrarse y sociabilizar, cada día se vuelve más abiertay fluida. Y, por consiguiente, más organizada, ordenada y funcional.

Una de las opciones más planteadas por los expositores fue la apertura hacia la zona de estar, resuelta con soluciones eficientes, inteligentes y modulares. Así, la cocinaarchiva la idea de un espacio inmóvil y adopta una pizca de magia paratransformarse, cuando llega la ocasión, casi como si fuera un escenario teatral:

- Losmuebles modulares hacen que las zonas destinadas al trabajo se vuelvan invisibles.

- Lasislas son cada vez más multifuncionales, para dar cabida a las prestaciones de los chefsde la casa. O, sencillamente, para charlar frente a una taza de café.

- Lasalacenas y los cajones son espaciosos y prácticos y están súper organizados, para quetodo esté al alcance de la mano.

Como uno de los objetivos principales es que la cocina sea acogedora, los materiales,las texturas y los colores se modulan para crear un espacio sereno y relajado, donde todovive en un equilibrio perfecto. Así, regresan las piedras naturales y los revestimientos quelas imitan con su aspecto. Reaparecen la madera y el metal. Y el color también vuelvepor sus fueros: a veces muy intenso, como el morado o el verde.


Salón Internacional del Baño 2018

La séptima edición de la bienal dedicada al baño en concurrencia con el Salón del Mueble de Milán albergó a 228 expositores distribuidos a lo largode 20.600 metros cuadrados, una superficie de exposición mayor que la dela edición anterior.

La muestra exhibió lo mejor de la producción internacional: desde losmuebles y accesorios hasta las cabinas de ducha e instalaciones de sauna,pasando por los sanitarios cerámicos, los radiadores, los revestimientos,la grifería, las bañeras y los equipos de hidromasaje.

Las novedades que se apreciaron en el Salón Internacional del Baño reflejan laevolución incesante de este espacio: con el paso del tiempo, el baño dejó de serun lugar meramente funcional y racional y se convirtió en el cuarto del bienestary el relax. Y hoy adquiere connotaciones nuevas: se vuelve digital, se orienta ala ecología, pero nunca pierde de vista los ingredientes emocionales.

El ahorro de agua, la eficiencia energética, el uso de materialesreciclables y los acabados antibacterianos que limitan el uso de detergentes, yason viables. Más aún, su incorporación conceptual y concreta se hace masiva, porque la tecnología para conseguir todo eso ya existe. Lo corrobora el uso cada vez más generalizado e invisible de los grifos inteligentes que ayudan a limitar el consumo de aguay energía; como también la domótica y los dispositivos digitales, queson capaces de integrar y transformar la sala de baño según la necesidad delmomento: por ejemplo, modificando la temperatura del baño, la música, lasluces de colores o la altura de los artefactos sanitarios.

Sin embargo, los observadores destacan que el nuevo baño no perderá su parte emocional: seguirá siendosiempre el espacio donde nos dedicamos a nosotros mismos y donde podemosregenerar el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Pero queda claro que estamos ante unaevolución del concepto de spa, que acentúa la dimensión holística y privada deeste espacio, donde el diseño, los materiales, los colores y las tecnologías seestudian para favorecer los efectos del relax.


Producción y textos: Alberto Pelagallo

Informes: Marva Griffin Wilshire y Patrizia Malfatti / Oficina de Prensa Salone del MobileMilano

Fotos: cortesía Salone del Mobile Milano

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