Situación crítica y reclamo de medidas en el Congreso Maderero de FAIMA
“Nuestro 85 aniversario nos encuentra ante un país que atraviesa una profunda crisis. Y nuestro sector no solo no es ajeno a esto, sino que por su orientación hacia el mercado interno y la elasticidad de la demanda de nuestros productos ante los cambios en el salario real de los ciudadanos, nos afecta más que a la general de la industria. Estamos camino a cerrar un 2018 que fue muy duro para la economía del país”. Con crudeza y sin eufemismos, Pedro Reyna, presidente de FAIMA – Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines, abría el 139º Congreso Maderero de la entidad, realizado en la Ciudad de Buenos Aires, los días 23 y 24 de noviembre.
Entre los funcionarios del Gobierno Nacional que participaron se encontraban el secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere; Fernando Grasso, secretario de Industria; y Nicolás Laharrague, director de Desarrollo Foresto Industrial. La Unión Industrial Argentina (UIA) estuvo representada por su Presidente, Miguel Acevedo; contándose además con directivos de la Sociedad Rural Argentina; la Asociación Forestal Argentina (AFoA); la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel (AFCP); miembros de las 28 cámaras del sector de todo el país que integran la Federación; y más de 100 empresarios de la industria de la madera y el mueble.
El viernes la temática del Congreso se dividió en cuatro paneles. El primero estuvo a cargo de Pedro Reyna, Román Quiroz – Presidente y Secretario respectivamente de FAIMA – y Leandro Mora Alfonsín, Director Ejecutivo de la entidad; quienes expusieron un balance del plan de acción llevado a cabo por la Federación durante 2018, y exhibieron los resultados preliminares arrojados en el relevamiento del Observatorio FAIMA sobre la actualidad de la cadena de valor foresto industrial.
Del segundo panel tomaron parte Agustín Carugo, de la secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social; Román Queiroz; Oscar Martín, secretario Gremial de FAIMA; y Alejandro Vommaro, asesor paritario de la Federación. En el mismo se analizaron las principales claves laborales que habría que tener en cuenta en el futuro para la firma de un nuevo convenio maderero.
El tercer panel estuvo enfocado a la calidad y los nuevos parámetros de demanda en la industria maderera. En este caso los panelistas fueron Matías Bernocco, director Nacional de Promoción de Calidad y Conformidad Técnica; Florencia Chavat, directora Ejecutiva del CERFOAR; y Ricardo Baumann, gerente de Relaciones Institucionales Grupo Lenor.
Para el cuarto panel fue especialmente invitado el economista y ex Presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, para hablar del financiamiento PyME en una coyuntura de tasas altas.
En el segundo día del Congreso (sábado), se dio un informe sobre la situación de cada cámara asociada a FAIMA. Osvaldo Carosella, asesor contable e impositivo de la entidad se refirió a los aspectos tributarios más importantes de la actualidad. Finalmente en el plenario se presentaron las principales conclusiones a las que arribó el Congreso y se estableció como sede para la realización del próximo la Provincia de Misiones.
Las PyMEs necesitan medidas urgentes
Nos cuesta encontrar en la memoria un discurso de Pedro Reyna tan crítico sobre la situación que vive el sector, más específicamente el de la industria del mueble y los aserraderos chicos. Refiriéndose al impacto que causan los desfasajes de la macroeconomía dijo que sus variables negativas han afectado muy fuertemente la posibilidad de hacer negocios y de trabajar con previsibilidad. “Sin demanda no hay mercado. Y este año se observó una fuerte caída en el consumo de muebles y artículos madereros. A la caída de ventas se le suma un gran aumento de los costos: las tarifas, la tasa de interés exorbitante y destructiva de la cadena de pagos y el aumento de los insumos dolarizados han repercutido en nuestros números y decisiones de producción. Con ventas en baja y costos que se disparan ¿Qué es lo que no tiene nuestra actividad? Rentabilidad. Y sin rentabilidad difícilmente se tomen decisiones de inversión que apuntalen y traccionen”.
Reyna reconoció que a pesar de las dificultades se siguió trabajando en una agenda de competitividad y desarrollo del sector a largo plazo con Presidencia de la Nación, el ministerio de Producción y el equipo de Agroindustria, pero – dijo –
“esa agenda se fue transformando cada vez más en una agenda de emergencia”.
Sobre esto señaló que era importante rescatar el trabajo que se viene realizando en las mesas sectoriales y en el día a día con los equipos de Industria, Foresto-Industria y Comercio, para mitigar esta emergencia y poder pensar en salir de la delicada situación. “Somos el único sector que cuenta con tres mesas sectoriales; la de competitividad de toda la cadena de valor, encabezada nada menos que con el Presidente de la Nación, donde no solo el diálogo es con el sector público, sino entre nuestras instituciones colegas del sector privado de toda la cadena. Y además de este espacio contamos con la Mesa Sectorial del Mueble, con una agenda prácticamente diaria de temas con los técnicos que coordina el Secretario Grasso; y con la Mesa de Construcción con madera, la cual viene avanzando en mejorar las condiciones para que el uso de madera en construcción sea un mercado viable y activo”.
El presidente de la Federación enumeró los logros que se consiguieron a partir de la interrelación y trabajo conjunto con los funcionarios. Entre los principales citó los nuevos esquemas de ventas en cuotas (Ahora 3 y 6, y plan de 25 cuotas en compras de muebles con Banco Nación); la flexibilización del scoring que utiliza AFIP para denegar planes de facilidades; avanzar en reglamentos técnicos para mejorar la competencia ante importaciones; que se considere como “tradicional” al sistema de construcción de entramado de madera; garantizar la continuidad de capacitaciones en temas clave; se están dando pasos en acercar a los productores con grandes retailers para mejorar el posicionamiento de la industria maderera en las góndolas; hay esfuerzos para bajar costos logísticos y de transporte; se están destinando esfuerzos enormes a que directivas nacionales sean adaptadas por las provincias para que mejoren las condiciones federales de competencia. “Se está pensando estratégicamente y el diálogo es fluido y productivo”, aseguró Reyna, pero aclaró, que sin embargo, “ante la gravedad del momento económico actual, esto no alcanza. Nosotros podemos profundizar al límite el trabajo en la micro sectorial; pero si la macro no funciona, la micro no se luce”. Y manifestó que “somos conscientes de que deben orientarse esfuerzos en el inicio de este 2019 a un eje fundamental: fortalecer las condiciones de mercado. La enorme pérdida de valor de la moneda viene con un poder adquisitivo en franca caída y su recuperación debe ser la prioridad 1 en la agenda económica de gobierno”.
Reyna afirmó que el desafío de seguir trabajando en una agenda que atienda las necesidades de las empresas es grande. Y no se basa solo en nuevas ideas sino en reforzar las iniciativas que hoy están a disposición pero que no alcanzan. Y luego de puntualizar las medidas que FAIMA estima como más urgentes para implementar (Ver recuadro pág…..), sentenció el rol impostergable que tiene la Federación.
“Sabemos que somos escuchados y comprendidos y sabemos que están trabajando codo a codo con nosotros. Y sabemos que debemos poner el hombro en los procesos de estabilización contingentes a la crisis desatada y que se dejó desatar. Pero también sabemos que no somos el Ministerio de Hacienda ni el Banco Central, sino la Federación de la Industria Maderera; nuestros compromisos no son con los mercados que especulan con nuestras crisis, nuestro compromiso es con el empresario PyME que cada día levanta la persiana y apuesta al país, da trabajo y quiere vivir de lo que produce, dignamente y con previsibilidad”, concluyó el presidente de FAIMA.
Qué dijeron las empresas incluidas en el informe del Observatorio
Durante el Congreso, se presentó un adelanto con los datos preliminares que relevó FAIMA entre alrededor de 500 empresas pertenecientes a la cadena madera – mueble. Se reproducen a continuación las principales conclusiones.
Tras un 2017 que mostró una tibia recuperación que no alcanzó a compensar la caída de 2016, en 2018 se frenó la recuperación de la economía argentina y tuvo lugar el inicio de un proceso recesivo de fuerte impacto en la industria, que concluirá el año con una caída cercana al 4%
En este marco, la producción del bloque de madera y muebles cayó 6% en los primeros nueve meses del 2018. La industria del mueble es el segmento más afectado, mostrando una baja del 8,3% en su nivel de producción. La caída del consumo es el principal factor que explica esta dinámica, dada la alta elasticidad que tienen muebles y manufacturas de madera respecto de la merma del salario real
Se espera que el 2018 cierre con una caída en torno al 8%, en la que se destacará una fuerte contracción de la industria mueblera, en el orden del 11,5% de retroceso interanual.
El bloque presenta una dinámica heterogénea hacia adentro. Mientras que las principales urgencias se observan en el rubro muebles y en el segmento de aserraderos pequeños; los grandes jugadores del sector muestran continuidad en su recuperación en parte por oportunidades de exportación abiertas para la actividad primaria y primeros eslabones de la cadena de valor maderera en los últimos meses.
Estos indicadores se verifican en la opinión de las empresas. Un adelanto preiliminar del relevamiento del Observatorio FAIMA (aun en proceso) muestra que el 78,3% de las empresas señala que cayó su producción en 2018. El 85% manifiesta que sus ventas cayeron y el 42% asegura que espera que la situación empeore en 2019.
Un dato preocupante que arroja el relevamiento es que, a diferencia de la recesión de 2016, el actual ciclo contractivo tiene un impacto notorio en el empleo. El 35% de las empresas encuestadas señaló que disminuyó su dotación de personal. Este dato es llamativo dado el carácter mano de obra intensivo y de personal calificado difícil de reemplazar del sector que correlaciona con un bajo uso de la capacidad instalada.
La caída de ventas en el mercado local sumado a los aumentos de costos asociados a tarifas de servicios, tasas de interés en niveles récord y algunos insumos dolarizados condiciona la rentabilidad del sector, la cual las cámaras señalan casi nula.
En la micro sectorial, las principales preocupaciones pasan por el financiamiento de la demanda para sostenimiento del consumo, el financiamiento de empresas tanto en capital de trabajo como inversión (empieza a observarse la liquidación de stocks a precios por debajo de márgenes para cubrir compromisos financieros) y la carga impositiva.
En materia de comercio exterior, la corrección cambiaria puso un freno al vertiginoso ritmo de crecimiento de las importaciones. No obstante, algunos segmentos continuaron registrando fuertes aumentos. Por su parte, las exportaciones muestran impulso mayormente en productos vinculados a los primeros eslabones de la cadena de valor de la mano de rollos de madera y tableros de fibra, al tiempo que reflejan notorias caídas en los segmentos más elaborados de muebles, asientos y colchones, con caídas del 30% en las ventas externas.
Principales medidas que reclama FAIMA
- Deben orientarse esfuerzos en el inicio de este 2019 a fortalecer las condiciones de mercado. La enorme pérdida de valor de la moneda viene con un poder adquisitivo en franca caída y su recuperación debe ser la prioridad 1 en la agenda económica de gobierno. Iniciativas como el bono de $5000 pueden apreciarse como una posible respuesta a este punto, pero como herramienta presenta varios problemas; por un lado, es fútil su impacto en la recuperación de ingresos reales al ser un stock de una sola vez mientras que, a su vez, aprieta sobre la ya asfixiante ecuación de costos de las PyMEs que no pueden afrontar hoy, en medio de la crisis, dicho pago.
- Es necesario para la industria de madera y muebles, en su calidad de sector sensible, que se le adelanten los beneficios de la reforma laboral y tributaria, como ha ocurrido recientemente con los sectores de textil y calzado.
- En materia de financiamiento productivo, urge reglamentar la factura conformada, parte de la sancionada Ley de Financiamiento Productivo, para que todos los sectores puedan acceder a ese instrumento de financiamiento.
- Es necesario que se garantice el acceso de las tasas diferenciales subsidiadas recientemente anunciadas en todas las sucursales de los bancos participantes e impedir la exigencia de reciprocidad de parte de los bancos a las empresas.
- Asimismo, la consideración de destinar mayor volumen a estas iniciativas es fundamental; los $29.000 millones de cupo son solo el 7% del financiamiento PyME (que alcanza los $405.000 millones y es el 18% del financiamiento total al sector privado). En este sentido, sería prudente y necesario relanzar la Línea de Crédito de Inversión Productiva (LCIP).
- Con respecto al crédito a la demanda, la revisión de las tasas de los programas bajo la modalidad Ahora 12 puede bajar costos y volver accesibles productos.
- En la misma línea, que exista la posibilidad para supermercados de poder ofrecer bajo estas modalidades productos madereros es un punto fundamental a corregir en el diseño del instrumento.
- En materia tributaria, es mandatoria la suspensión por 180 días de la aplicación del scoring en planes de AFIP (recientemente flexibilizado) y la ampliación a 60 cuotas de los planes de facilidades. Asimismo, creemos fundamental que se dé marcha atrás con el retiro de los beneficios del decreto 814/2001, que estimulaban el empleo formal en economías regionales. Por último, es necesario modificar la resolución 4128/2017 de AFIP, en orden de clarificar su alcance para evitar que bancos denieguen financiamiento a PyMEs tomando como argumento las referencias normativas de esta Resolución sin mediar análisis de los casos particulares de cada empresa.
El Observatorio
El Observatorio FAIMA de la Industria de la Madera y el Mueble (OIMyM) es una iniciativa integral estadística de FAIMA que busca saldar el faltante histórico de datos de la cadena foresto industrial.
Busca ser una herramienta de mejora de la competitividad del sector a través de la publicación de información precisa y actualizada que contribuya a la toma de decisiones y a una mejor interlocución de la Federación y sus Cámaras socias con autoridades públicas.
El OIMyM mantiene una agenda de trabajo e intercambio con instituciones públicas y privadas como el INTI y el Ministerio de Agroindustria.
85º ANIVERSARIO
“Nuestra Federación está cumpliendo 85 años. Una trayectoria larga representando los intereses de la cadena de valor foresto industrial. De las 4 asociaciones gremiales fabricantes de muebles que se unieron en 1933 para dar forma a la entonces Federación de Asociaciones de la Industria de la Madera a las 28 cámaras que hoy componen y dan vida a FAIMA pasaron muchas cosas. Sucesivos gobiernos, crisis, épocas mejores, proyectos de internacionalización; iniciativas de unión y acercamiento entre los distintos eslabones de la cadena. Al día de hoy, podemos mirar atrás y observar que tenemos la representatividad y la fuerza de una red que está en todaslas provincias, que lleva la agenda de la industria maderera ante las más altas esferas de gobierno. Y que lucha; que está al lado del empresario que lucha”, expresó Pedro Reyna, presidente de FAIMA.
Por Roberto Luis Minoli