Ubicada en el barrio Constitución, en Mar del Plata, con un estado de conservación exterior e interior impecable, esta vivienda de dos plantas construida hace cuatro décadas, realza todos los beneficios que proporciona la madera: calidez, confort, bajo costo de mantenimiento y ahorro de energía.

 

Su propietario y constructor, Raúl Zubillaga, es la tercera generación de una familia de carpinteros y titular de Zubillaga Empresa de Carpintería, que realizó en la ciudad obras emblemáticas entre las que se encuentran el Hotel Sheraton; Shopping Los Gallegos; Hotel Costa Galana; Shopping Diagonal; Hospital Privado de la Comunidad; Confitería Boston.

Tanto las características de la construcción exterior como los detalles cuidados y las terminaciones en el interior, delatan el profundo dominio del oficio.

 

Espacios amplios, ambientes generosamente vidriados, cocina con diseño de admirable vigencia, iluminación que recrea rincones especiales y muy agradables, por momentos hacen olvidar que se trata de una casa que tiene 40 años.
Pero quizá la mayor particularidad que presenta es, que al igual que los sistemas actuales, prácticamente toda la estructura de la casa se construyó en el taller de carpintería.

 

En esta nota con Raúl Zubillaga se profundizan los principales aspectos del proyecto.

 

-¿Cuál es el origen de la madera que se utilizó en la construcción de la casa?
-El exterior se hizo con Araucaria o Pehuén (también se lo conoce como pino patagónico) de la localidad de Quillén en la Provincia de Neuquén, donde con toda la familia llegamos a tener un aserradero con 120 personas en plena cordillera. Esa madera estuvo apilada 12 años hasta que pudimos traerla a Mar del Plata a nuestra carpintería. Mecanizarla fue un problema tremendo porque los nudos eran tan duros que pasábamos dos o tres piezas por el tupí y teníamos que parar para desarmar y afilar. Y como no existía la widia había que pasarle cuatro sierras. Hoy, con acero rápido, con widia, con las moldureras y los adelantos que hay todo hubiese sido más sencillo y rápido.
En el interior se usó Pino Lambertiana de la zona, que es un árbol con muchas ramas. Era una madera que nadie quería, solamente los aserraderos la cortan para sacar tiras y hacer cajas para pescado. Nosotros la procesamos a 1 pulgada y la encolamos para hacer los tableros que están a la vista de 1,5; 2; y 3 pulgadas con lo cual el nudo desaparece. En ese momento yo tenía treinta y pico de años, era lo único que tenía, no podía pensar en otra madera de mayor calidad. Sabía que esta estaba bien seca por lo que no me iba a traer problemas y le puse mucho entusiasmo a la construcción.

 

-¿Y los revestimientos?
-Como mi papá (Esteban) ya tenía la idea de hacer una casa, inventó fabricar un paño de 1,22 x 2,44 metros. Los paños se van uniendo unos con otros formando las superficies, son autoportantes.

 

-¿Cómo se armó la estructura?
-La casa se construyó con una estructura de ocho columnas. Hicimos una platea, paramos las columnas de 8’ por 10’. Las columnas son huecas y están clavadas (no existían máquinas neumáticas manuales), se tapó con tarugo, se encolaron y a la noche prensábamos. Hay lugares de la casa que tienen 6 metros y otros de 4 metros.
Tiene dos columnas principales, que están justo en el medio de la casa, que arriba tiene una cumbrera, que no se ve porque está revestida. Es una cabreada que la rigidiza. La cumbrera tiene 4 columnas (2 y 2). De punta va a los 9 metros. Hicimos una cabreada de madera cruda, con una tabla arriba y otra abajo, y quedó una estructura rígida. Y se unieron las dos columnas con unas bases de hierro amuradas.

 

-La construcción se encuadraría en un sistema de poste-viga.
-Exactamente. Acá no hay ningún paño de ballon-frame. Están los postes, las vigas y el recubrimiento general con los tableros que fabricamos.

 

-¿Quiénes la construyeron?
-La construyeron operarios de la fábrica, porque en realidad, la mayor parte de esta casa está construida en planta. Las columnas, el machimbrado de los techos, el trabajo de madera de las paredes, el pegado, el moldurado y el armado de los paños, se hicieron en la planta. Ocupaban un lugar enorme porque cada paño coincidía en un plano. Traíamos acá todo elaborado, lo bajábamos y se armaba como un mecano. En la planta baja le pusimos un encadenado de madera dura y cuando se terminó le agregamos otro arriba. Y después un tercer entramado de paños en la última parte.

 

-¿Y para la tirantería interior que madera usaron?
-Incienso, en ese momento era posible, se conseguían tirantes de 7 metros. Toda la parte superior es de esa especie.

 

-¿Cómo se logró eliminar totalmente el ruido al caminar por la planta alta?
- Sobre los tirantes hay primero, un planchado de revestimiento de madera a la vista. A eso le sigue un listonado separado relleno de lana de vidrio. Después una capa de aglomerado. Y arriba se colocó el piso de guatambú de 1 pulgada. Todo eso está pegado y tiene un espesor de 8 cm.

 

-¿Cuál fue el arquitecto que diseñó la casa?
-El arquitecto Marcelo del Río, que me hacía los planos. Pero en realidad lo fuimos diseñando juntos. Se le presentaban dudas porque no había documentación técnica para guiarse. El a veces me preguntaba ¿en 2 por 4 aguantará? ¿No será mucho?. Hoy con el código de edificación para estructuras de madera están las medidas exactas en milímetros, eso te da seguridad.

 

-Una de las cosas en las que hoy se pone acento para plantear las ventajas de la construcción con madera es que la mayor parte se puede construir en planta, evitando las demoras por mal tiempo y la comodidad para el trabajo. ¿En aquellos años esto era frecuente?
-No, pero mi padre ya tenía la expertise con los tableros. Cuando terminábamos las tareas en la fábrica nos quedábamos fuera de hora trabajando en la madera para mi casa. Prácticamente todo lo importante de la obra se hizo en fábrica y se trasladó para montarlo. El lustre del interior se hizo en fábrica y hasta ahora nunca se tocó, no había poliuretano, se lustró todo a muñeca. Los marcos se trajeron con las ventanas puestas, el enganche de la falleba y la ventanita para la pestaña. Te aseguro que no es una cosa fácil. Pusimos las ventanas como vinieron, hasta con los vidrios puestos. Los que tuvieron oportunidad de vivirlo no lo podían creer.

 

-¿Qué maderas se utilizaron en aberturas, pisos, escalera?
-Para la escalera utilicé zoita, que era una madera que tenía, y aunque no es común hacerlo porque es una madera blanda, salvo algunos golpecitos o marcas de los nietos, anduvo perfectamente Cedro paraguayo para todas las ventanas. Los barrotes de las ventanas que reemplazan a rejas son de virapitá y después se tiñeron.

 

-¿Cómo se trabajaron las uniones?
- Prácticamente todas las uniones son imperceptibles. Pero en algunos lugares donde hubo que unir las vigas con las columnas no se podían hacer en madera porque se necesitaba algo que fuera muy fuerte. Entonces, se me ocurrió poner dos chapones de un octavo. Los agujereamos y colocamos buenos bulones con tuercas y arandelas. Quedó una sola pieza que se pintó más clarito y se fusionó con la madera. Por eso, si tuviera que hacer hoy una casa como esta, le pondría muchas uniones de hierro, porque simplifica todo el ensamblado de madera. En el exterior no se ve ningún tipo de unión, ni metálica, ni de clavos. Esta fue una de las características que pensamos especialmente.

 

-Hay preconceptos que marcan que la madera con el tiempo y el agua se pudre ¿qué tipo de protección aplicaron para que la casa se conserve en el estado impecable actual?
-La casa está levantada con unos tacos 8 cm para evitar que si hay agua toque a la madera. No se ve porque se hizo un zócalo para tapar eso.

 

-Manejaron los conceptos de protección natural.
- Efectivamente. Por abajo a través de la fundación. El secreto es el machimbre que mide 80 mm además está dividido en dos tablas pegadas. Con lo cual, las tablas que estaban torcidas, al pegarse con otras que buscábamos con torcedura inversa, logramos una pieza derecha perfecta como una regla. Es una casa extremadamente estanca. No tiene entradas de aire, ni de viento, ni de agua.

 

- ¿Y en los techos?
-Hicimos aleros grandes. En una punta tiene un 1,4 metros de largo. Después se va achicando hacia abajo. Por la altura no perjudica en nada la entrada de luz. Pero consigue que el agua caiga bien separada de la pared. No hay que estar luchando como en las casas modernas con las canaletas.

 

-¿Qué altura tiene la casa?
-Tiene 6,60 metros en la parte superior. De superficie cubierta tiene casi 300 metros cuadrados. En la planta alta están los baños, los dormitorios. Tiene un diseño amplio y permite que varias personas puedan estar realizando diferentes actividades sin molestarse en absoluto.

 

-¿Qué característica saliente tiene para vos la casa?
-Desde el punto de vista del diseño, fue una casa planteada en un momento de nuestras vidas donde teníamos determinadas posibilidades constructivas. Hoy, si tuviéramos que hacer una casa buscaríamos otros diseños. No es una crítica o disconformidad, es que con el tiempo van saliendo soluciones o productos que te hacen pensar en cosas diferentes. Pero estamos acostumbrados, queremos este diseño y con la familia y los amigos nos permite disfrutar la casa.

 

-¿Qué otra característica?
-Una cosa importante es el escaso mantenimiento que requiere. En el frente la única vez que hubo que tocar la madera fue hace dos o tres años. Teníamos una planta Santa Rita que retuvo la humedad y pudrió un pedazo de madera. Con las herramientas que hay hoy, cortás, hacés el parche, ponés la madera, prensás y lijás. Y si no te digo donde se hizo el arreglo no te das cuenta.
Muchos no conocen esto. Gente de aserraderos de Misiones, que hacen casas de madera, no tienen el oficio. Porque para llegar a la reparación, se necesita una dosis de oficio de mueblero.

 

-Un concepto que empieza a entenderse en su real dimensión es que las casas de madera son muy confortables.
-La casa de madera es sumamente agradable para vivir porque está relacionada con la temperatura humana y no tiene humedad. Ni el olor a humedad, ni la humedad que se ve en las grandes casas que se hacen con otros materiales húmedos. El poder que tiene para mantener la temperatura es impresionante. Para que se enfríe hay que abrir un poco las ventanas. Además el ruido es inexistente. Tiene una estanqueidad al sonido grandísima. En estos momentos mi hijo está arriba y no se escucha nada. Es acústica completamente. Esta casa tiene calefacción central. Se prende a eso de las 19 horas y a las 22 se apaga porque es suficiente. Las paredes se calientan y está muy agradable.

 

-Las casas de madera tienen fácil acceso para la reparación de los servicios.
-Sin duda. En las casas de ladrillo reporta un gasto grande si tenés humedad y tenés que romper, además de los problemas que acarrea. En Mar del Plata ese problema se agudiza. En cambio en la casa de madera tenés fácil acceso a la capa aisladora, podés ampliarla, colgar algo, poner una biblioteca, armarle el mueble que quieras. Se puede desarmar y volver a armar. Si quiero sacar una pared, la puedo sacar con nada y rehacerla de punta a punta.

 

-Te apaseona plantear el futuro enorme que se abre para la madera en la construcción. ¿Cuáles serían las especies de reforestación que mejor se adaptarían?
-En el futuro podrían ser Pino Elliotis y Eucalyptus Grandis. El Eucaliptus tiene una aptitud enorme, es más fibroso. Es una madera que pasada por un buen proceso de secado, es una “uva” para trabajarla. Si está bien secada no tiene pudrición, no la atacan los insectos, ni los gusanos y ni las polillas. A diferencia del pino, que a través de los canales puede andar el bicho taladro. Pero hoy, con los tratamientos que hay todo eso está superado.

 

-Hablamos de la facilidad para el mantenimiento del interior de la casa y los servicios. ¿Qué pasa con la madera expuesta a la intemperie?
-Es igual. En 40 años nos ocupamos del mantenimiento exterior de esta casa solo tres veces. Y los hicimos mis hijos que todavía eran chicos y yo, con pinceleta ancha y aplicando 2 manos de lasur. En Mar del Plata la gente utilizaba barniz marino y le daba varias capas. Eso se resquebrajaba con el sol, y después para sacarlas era terrible, había que hacerlo con viruta de acero y terminaba dañándose la superficie de la madera. En la actualidad hay productos a base de agua que si se aplican correctamente la madera dura eternamente.

 

-¿Cómo ves el futuro de la construcción con madera en el país?
- Yo le veo un futuro promisorio. Hay muchas cosas que están ayudando, primero la legislación. También y fundamental, que se encolumna con la tendencia de un mayor respeto por el medio ambiente porque la madera es un material sustentable. Comparado con cualquier otro material de construcción el consumo de energía es bajísimo. Además, una vez transformado en producto sigue proporcionando oxígeno, por eso que en una casa donde se está en contacto con la madera se vive tan bien, porque se está respirando oxigeno y la madera absorbiendo dióxido de carbono.

 

 

Casa de madera de 40 años en Mar del Plata Casa de madera de 40 años en Mar del Plata Casa de madera de 40 años en Mar del Plata Casa de madera de 40 años en Mar del Plata Casa de madera de 40 años en Mar del Plata Casa de madera de 40 años en Mar del Plata

 

Por Roberto Luis Minoli

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