El ingenio empujó el crecimiento de los negocios en el Salón de Milán
La 58ª edición del Salone del Mobile Milano (9 al 14 de abril) finalizó con una nota optimista, tanto por el número de visitantes como por la calidad de las relaciones comerciales entabladas en los seis días de la muestra. Los más de 380.000asistentes provenientes de 181 países significaron un aumento del 12% con respecto a la edición de 2017, que también contó con las muestras paralelas Euroluce y Workplace3.0.
A su vez, este año I Saloni congregaron a más de 2.400 expositores ‒un tercio extranjeros de 43 países‒, a los que se sumaron 550 diseñadores jóvenes que participaron en el Salone Satellite.
“Cerramos esta edición con un sentimiento muy positivo. Invertimos en calidad y hemos demostrado nuestro deseo de seguir produciendo innovaciones y 'narrativas' que sirvan para aumentar el valor de los objetos de diseño. En consecuencia, hemos visto un aumento en las ventas, pero en particular que todos han tomado nota de nuestra capacidad para crear un sistema y llevar las cosas mucho más allá de los negocios, ofreciendo una experiencia global, en la que las ideas son lo que cuenta”, dijo el presidente del Salone, Claudio Luti.
En el año de las celebraciones en honor a Leonardo da Vinci, "ingenio" fue el concepto clave para las empresas expositoras. Con esta nota distintiva, la muestra milanesa profundizó su vocación de laboratorio experimental, lugar de encuentro y de nuevas oportunidades para reflexionar sobre el mundo del diseño y el interiorismo.
Esta vez el protagonismo fue para productos exigentemente innovadores, capaces de responder a las transformaciones de la estructura social contemporánea y al consiguiente cambio vertiginoso que experimenta el mercado del interiorismo, de la mano de las necesidades individuales de cada cliente.
Nuevos caminos para la investigación sobre el diseño de muebles
En 2018, el Salone del Mobile postuló que la tendencia dominante en el mundo del diseño de muebles consistía en renunciar a una estética compartida. Pero que los cambios son vertiginosos lo demuestra que, a un año de distancia, esa idea enfrenta reformulaciones que, en algunos casos, resultaron bastante evidentes.
- La definición del mueble universal
Así se percibió una demanda cada vez más apremiante del mercado: definir los “muebles universales”. No muebles “neutros”, sino muebles que le pueden gustar a un público variado y transnacional. Aparece "una poética de la sencillez”, que no se debe confundir con el minimalismo de fines de la década de 1990.
A este mismo resultado se puede llegar desandando un segundo camino, que lleva a reinterpretar los muebles históricos (en especial los vieneses de comienzos del siglo pasado) en los que lo esencial se convertía en identidad.
- Lo nuevo es la reedición
Por otro lado, sigue ganando terreno la reedición propiamente dicha. Es decir, el proceso de excavar en los archivos en busca de piezas olvidadas. En el año del centenario de la Bauhaus, era imposible dejar de recordar las piezas más significativas que creó este movimiento.
A la vez, se destaca como necesario analizar el comportamiento del mundo “hermano” del diseño de la moda, en la búsqueda de diferenciarse de la producción de las grandes series. Gana lugar el neoprimitivismo, que tiende a utilizar piedras de procedencias y texturas particulares, oscuras, con vetas a la vista; maderas brutas y pesadas; tejidos hilados a mano y cemento tintado con pigmentos y acabados con ceras. En otras palabras: es un mundo donde el lujo se conjuga con el mito de la caverna.
- La lección ecológica, el lujo y lo artesanal
Las incursiones cada vez más frecuentes de la reutilización nos van acostumbrando a una estética alternativa. Hay una nueva conciencia ecológica en torno al diseño que se suma a una suerte de atracción por lo inacabado y la materia bruta, que desemboca en la recuperación sistemática de materiales usados.
En esta línea, los productos de diseño nos ponen frente a dos ideas opuestas: por un lado, perdura una idea del confort y del lujo que, con frecuencia, deriva delos años 50 y se plasma en elementos sofisticados. Pero los mismos no se diseñan para construir una pieza individual, sino que se entronca con la gran tradición italiana de la decoración de interiores: todos los detalles y cada material se selecciona atentamente para lograr una idea global de lujo y distinción.
Por otro lado, se bosqueja claramente un nuevo valor que sea tribuye a la imperfección y a todos los procesos artesanales: sin lugar a dudas, “artesanía” es una de las palabras más citadas.
Estas dos tendencias se conjugan en el uso del oro. Todos los matices del metal precioso reciben el visto bueno: lo importante es que el oro tenga presencia hasta en los productos para exteriores, donde se convierte en un color de referencia.
- Productos para exteriores, el nuevo símbolo de estatus
El sector del outdoor viene pisando fuerte y ahora la inspiración pasa desde afuera hacia adentro, con un estallido de las referencias al naturalismo, que se aprecian en la cultura del papel pintado, con macro motivos vegetales, dando la ilusión de una naturaleza incontaminada. Tampoco faltan las grandes imágenes de animales o los temas bucólicos de ensueño que se remontan al siglo XVIII, donde el título de material del año lo ganan las tapicerías, con paletas cromáticas naturales. También se observan las referencias étnicas, en particular a África y las culturas americanas prehispánicas, que se sumaron a las ya dominantes de Extremo Oriente.
- De la unidad al contexto
La tendencia del pasaje del diseño del ejemplar individual al diseño de todo un espacio hace que el aparato decorativo se presente como un ejemplar único indisoluble: el piso se refleja en los acabados de pared, desde los tapizados hasta las pinturas, mientras que la iluminación ambiental les añade valor. Las paletas cromáticas escogidas se prolongan en los tapizados de los productos textiles.Se apunta a un diseño fluido que recorre los espacios sugiriendo usos múltiples y acabados que comparten la zona de la sala y la zona de la cocina, la zona Noche y los espacios agua-relax (antes conocidos como baños).
Hay un pasaje al ensamble entre el mercado de los espacios colectivos y el mercado doméstico: la atmósfera de las oficinas y la de la sala de estar no cesan de entrar en contacto. No por nada el segmento Workplace3.0 ya no es un espacio separado, sino que se mezcla en los diferentes pabellones del Salone.
- El valor de la superficie
Otro aspecto relevante de la edición 2019 tiene que ver con “una estética de las superficies”, un tipo de diseño que tiende a ser bidimensional: los materiales más tradicionales y consolidados (como el mármol blanco de Carrara, la madera de roble pulida o los lacados neutros) quedan a la zaga rotundamente, para dar paso a una proliferación de rugosidades, oxidaciones, injertos: la superficie explota la riqueza de los acabados. Esta tendencia comenzó hace unos años y se ha vuelto arrolladora.
El auge de la recuperación hace renacer antiguas canteras y tipos de maderas olvidadas, a lo que se suma el redescubrimiento de materiales tradicionales, como el ratán. Y en simultáneo aparece la investigación innovadora sobre los acabados con efectos superficiales tridimensionales en revestimientos cerámicos, laminados y materiales ennoblecidos y tejidos, a los que se les añaden prestaciones tecnológicas que, hasta hace poco, se consideraban imposibles. Para el asombro son las "soluciones inéditas", como la resina tintada, el mármol triturado y rearmado en incrustaciones minúsculas o la transformación (mediante un procedimiento patentado)de la madera en una materia de prestaciones industriales elevadas.
Workplace: la evolución del lugar de trabajo
Otra novedad de la edición 2019 fue la presencia multiplicada y transversal de Workplace3.0, en todos los pabellones del Salone, tal y como se viene haciendo con el Salón Internacional de Complementos para la Decoración desde hace años. Esta nueva modalidad expositiva narra de una manera más certera la evolución del entorno laboral que, hoy, se ha convertido en un espacio híbrido: en el mismo, lo profesional y lo personal conviven en una especie de ósmosis.
Esta nueva narrativa de Workplace3.0 refleja la transformación social de las superficies laborales, que han mutado en un espacio flexible, permeable y dinámico, abierto al compartir y al entrecruzamiento con otras actividades cotidianas.
Euroluce: de la naturaleza a la tecnología
Euroluce mostró en su 30ª edición una iluminación integrada e inteligente, que está cada vez más al servicio del diseño. Para iluminar, desde luego, pero también para “sentir” y “vivir” el espacio. El desarrollo tecnológico, la evolución de los sistemas de control y la miniaturización de las fuentes de luz han abierto las puertas a nuevas posibilidades.
Producción y textos: Alberto Pelagallo
Informes y fotos: Ufficio Stampa Salone del MobileMilano