A partir de los sucesos acontecidos en el mundo, en relación a la crisis generada por el virus COVID_19 y sus efectos, asistimos a la creación de una cantidad de campamentos sanitarios, hospitales de campaña y adecuación de salones, microestadios y centros de exposiciones con el fin de atender a los miles de pacientes que en algunos sitios se esperan por el crecimiento exponencial de los contagios.


A modo de reflexión, como profesionales del hábitat y la construcción creemos que esta pandemia no solo ha cobrado miles de vidas y ha detenido la economía del mundo, sino que también ha logrado que nos alejemos de nuestra humanidad a fuerza de ver estadísticas, números y porcentajes en los medios y las redes sociales.

En lo que refiere específicamente a la arquitectura hospitalaria de emergencia, no coincidimos con lo que parece ser la respuesta dominante, que pese a las buenas intenciones de los funcionarios en diferentes países para dar respuestas rápidas y efectivas ante la pandemia, fuerza a que los infectados por este virus tengan que dormir en fríos estadios, contenedores adaptados y campamentos anónimos, construyendo el peor escenario que tal vez podamos imaginar como ciudadanos frente al servicio que un sistema de salud tiene que dar a su población.

Además, creemos que nos hemos olvidado de lo que somos capaces cuando apelamos a nuestra creatividad y explotamos todas las posibilidades que nos permite contar con tecnologías ya en funcionamiento y a nuestro alcance para modificar este escenario.

Por todo esto, la Universidad de Morón (UM), a través de su Facultad de Arquitectura, Diseño, Arte y Urbanismo (FADAU) y el Instituto de Investigación en Diseño y Georeferenciación (IGEO), en asociación con TAO Soluciones Constructivas y el apoyo de un conjunto de empresas y oficinas de arquitectura nacionales, emprendió el desarrollo de un sistema modular de hospitales de máxima eficiencia y veloz puesta en marcha, pensado para dar respuesta a esta crisis, pero también como recurso perdurable más allá de este momento, enfocado exclusivamente en el bienestar del paciente y el personal de la salud, entendiendo que para atravesar esta pandemia no debemos olvidar nuestra humanidad.


Sencillez de montaje y alta prestación

El proyecto tomó la denominación "Módulo de Emergencia Comunitaria _ EMC" y se basa en conceptos contemporáneos, organizativos, funcionales, tecnológicos. Tomó en cuenta especialmente las críticas científicas recrudecidas a la luz de los acontecimientos, que pueden llevar a:

_ Que un establecimiento pensado para curar gente empeore un escenario como el que estamos atravesando.
_ Aísle al paciente en vez de unirlo.
_ No genere instancias intermedias y zonas limpias para el personal de salud.
_ No ventile ni ilumine naturalmente los espacios para remediar el hacinamiento y el aire “enfermo”.
_ No diferencie por estadios a los pacientes, en lugar de intentar separar a los casos más afectados de los que hoy no poseen síntomas o tienen síntomas leves pero de todas maneras deben estar en observación y otros.

En la concepción del proyecto, además, configuramos un sistema de asociación de módulos que permite crecer, intercambiar funciones y organizar desde pequeñas salas de observación y atención primaria hasta un entramado de espacios que resuelvan internaciones, guardias y terapias intermedias e intensivas, según las necesidades. En todos los casos se tomó como premisa brindar siempre un techo confortable a quienes están transitando una situación de internación y aislamiento, sea este el paciente o bien parte del equipo que le brinda servicio a la comunidad. También se prestó especial atención a preservar todos aquellos aspectos de índole psicológico que se ven movilizados frente a la impotencia de las pérdidas incontrolables que dominan cada uno de estos acontecimientos.

En el actual contexto que atraviesa nuestro país, el proyecto EMC fue pensado para que desde el Estado se genere una respuesta rápida, económica y de fácil puesta en práctica, que sirva para cubrir espacios destinados a preservar la salud y que, además, en sus variantes modulares se adapte para generar vivienda, espacios educativos, centros de asistencia municipal o gubernamental, descentralizaciones de espacios de trabajo, entre otras posibilidades de uso, tanto dentro de campamentos de evacuados y situaciones de emergencia similares a la que estamos viviendo como a otras que el futuro pueda deparar y todavía desconocemos.

Este sistema modular de emergencia también cumple con ciertos temas que creemos fundamentales. El primero de ellos tiene que ver con su tecnología: fue construido con materiales económicos y muy livianos y su proceso de fabricación y montaje es extremadamente eficiente, destacándose la utilización casi nula de maquinaria pesada y la sencillez de armado.

Los módulos EMC se basan en paneles TAO que funcionan como un sistema de piezas prefabricadas que se ensamblan unas con otras, generando el espacio o el tamaño necesario para albergar a un par de pacientes en pocas horas de trabajo. Están pensados para poder ser descargados de un camión a pulso por unos pocos operarios, sin incluir en el proceso mecanismos de izamiento o maquinaria de ningún tipo.

El segundo aspecto relevante del sistema tiene que ver con el ahorro de energía: cada módulo se transforma con solo abrir unas pequeñas exclusas o toberas en un decantador de aire fresco que contribuye a mejorar el acondicionamiento interno en épocas de calor y a mantener el aire caliente generado en el ambiente en épocas de frío. También intervienen en este aspecto sus aislaciones, en donde adoptan un papel protagónico los paneles SIP por sus altas prestaciones térmicas y de confort y las circulaciones y ventilaciones cruzadas generadas por las carpinterías de cierre, entre otros sistemas. También se destaca la captación solar para calentar agua y calefaccionar los ambientes, la ventilación por geotermia y la recolección de agua de lluvia para servicios.

Junto con todas estas posibilidades, el módulo EMC se destaca por ser un esfuerzo desinteresado de un grupo de profesionales provenientes del mundo de la arquitectura y empresarios de la construcción, que suman sus ideas, esfuerzo y recursos bajo el paraguas institucional de las acciones de extensión e investigación que lleva adelante desde el ámbito académico la FAUD_UM.


Ficha técnica

MÓDULO BASE
_ Superficie cubierta: 26,35 m²
_ Tiempo de ejecución: 22 días
_ Cantidad de personas para ejecución: 6


CENTRO DE ATENCIÓN PRIMARIA
_ Cantidad de módulos base: 11
_ Superficie cubierta: 289,85 m²
_ Superficie verde: 170,40 m²
_ Tiempo de ejecución: 28 días
_ Cantidad de personas para ejecución: 12


CENTRO DE ATENCIÓN 1
_ Cantidad de módulos base: 15
_ Superficie cubierta: 395.25 m²
_ Superficie verde: 262,75 m²
_ Tiempo de ejecución: 30 días
_ Cantidad de personas para ejecución: 12


CENTRO DE ATENCIÓN 2
_ Cantidad de módulos base: 18
_ Superficie cubierta: 474,30 m²
_ Superficie verde: 315,30 m²
_ Tiempo de ejecución: 35 días
_ Cantidad de personas para ejecución: 20


CENTRO DE ATENCIÓN 3
_ Cantidad de módulos base: 30
_ Superficie cubierta: 790,50 m²
_ Superficie verde: 475,45 m²
_ Tiempo de ejecución: 36 días
_ Cantidad de personas para ejecución: 40


Equipo de trabajo

IGEO
Proyecto e idea general: Arq. Alejandro Borrachia
Colaboradores: Arq. Gabriel Sottile / Matías Carloni


TAO Soluciones Constructivas
Proyecto e idea general: Arq. Guillermo Badano
Colaborador: Arq. Miguel González


ESTUDIOS DE ARQUITECTURA INTERVINIENTES
_ BDB Arquitectos
_ APEO
_ EB _ Estudio Borrachia


UNIVERSIDAD DE MORÓN: ÁREAS INTERVINIENTES
_ Departamento de Planificación y Realización Edilicia
_ Departamento de Medios de Comunicación
_ Mantenimiento

 

Por Arq. Alejandro Borrachia
Decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño, Arte y Urbanismo (FADAU) _ Universidad de Morón (UM).

 

 

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