Con 46 centros tecnológicos localizados en todo el país, 2.000 profesionales y técnicos, 170 laboratorios acreditados y 30 plantas piloto, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), constituye la mayor estructura tecnológica para asistir a la industria nacional en una amplia gama de servicios y transferencia de tecnología.

En esta entrevista con Rubén Geneyro, presidente del INTI, se aborda como tema central la Industria 4.0, definida por los expertos como la cuarta revolución industrial, y la incidencia que puede tener su aplicación en las empresas del país.


- ¿Cómo se ve desde el INTI la irrupción de la Industria 4.0?

- El año pasado en un estudio que hizo el BID y en el que participó la Unión Industrial Argentina se hablaba de tres grandes segmentos frente al paradigma de la Industria 4.0 en nuestro país. Un 5% de las empresas estaba en lo que se denomina la cima de la montaña, tenía procesos incorporados o estaban cercanas a hacerlo; un 45% la conocía y la tenía como objetivo a seguir; y otro 50% estaba muy alejado y no se había sensibilizado aun con esa tecnología. Esta heterogeneidad nos abre a la alternativa de abarcar junto al ministerio de Desarrollo Productivo -del cual dependemos- todos los frentes con la segmentación de políticas públicas de acuerdo a esas realidades diversas.

Además, esto nos plantea dos desafíos. Hacia afuera del INTI enfocarnos al segmento medio de empresas trabajando con tecnologías de gestión, donde tenemos una larga trayectoria, particularmente en el método Kaizen destinado a la implementación de acciones de mejora continua de la productividad y la competitividad para ayudar a las empresas a introducirse en la Industria 4.0 transitando los distintos escalones, por ejemplo, la transformación digital. Y hacia adentro de la institución, prepararnos adecuadamente para dar respuesta a esas necesidades para lo cual pensamos desarrollar un INTI 4.0 que esté a la altura de las circunstancias.


- ¿Cómo cree que impactará en las PyMEs del país la Industria 4.0?

- Me parece que debemos profundizar claramente la necesidad de empezar a adoptar mejoras en función de este paradigma no solo por una cuestión de expectativas, sino también de subsistencia de muchas empresas. El mundo nos está llevando a una competencia muy marcada donde la tecnología va a ser un diferencial absoluto para poder competir no solo en el mercado interno, sino también para aspirar a posicionarse en mercados externos. Entiendo que hay una decisión política del ministerio de Desarrollo Productivo de crear una subsecretaría de Economía del Conocimiento que va a tener entre sus ejes de acción el tema de Industria 4.0 y otros sectores estratégicos.

Ya hay una Secretaría Pyme que está trabajando en el programa de mejora de la competitividad con el modelo Kaizen lanzado recientemente, y dentro de poco se hará una nueva convocatoria para transformación digital en las empresas. Paralelamente empiezan a darse mecanismos de refinanciamiento para que las empresas puedan invertir a tasas muy accesibles en este proceso de mejora tecnológica y que debe estar acompañado con todos los mecanismos de asistencia técnica necesarios para que pueda hacerse de manera ordenada, en forma estratégica y de acuerdo a las particularidades de cada sector.

Por eso, más allá de entender la complejidad del contexto, la propuesta hacia el sector empresarial argentino es que vea la posibilidad de abrirse a este intercambio, de tomar y empezar a evaluar las mejoras, la transformación digital, las tecnologías de gestión, las primeras herramientas que puedan ser vinculadas a la Industria 4.0: inteligencia artificial; internet de las cosas; robótica o tantas otras. El sector productivo argentino tiene que empezar a percibir este proceso como una necesidad real y me parece que en eso lo que tenemos que hacer nosotros desde el Estado es acompañarlos y no solamente con financiamiento, asistencia, sino también en la mirada estratégica.


- ¿Cuáles serían los lineamientos de la reforma respecto a la estructura actual del INTI?

- Es un programa de tipo estratégico que dependerá directamente de la presidencia del INTI. Contempla seis grupos de trabajo y será transversal a todas las áreas. Estamos trabajando en un proyecto de Ley INTI 4.0 porque entendemos que se crearán nuevas competencias con esta temática, y evaluando los recursos que se requerirán del Presupuesto Nacional, como así también la posibilidad de recurrir a financiamiento internacional fundamentalmente para la adquisición de equipamiento.


- ¿El país dispone de los recursos humanos para la capacitación en Industria 4.0?

- La formación de más profesionales capacitados en la materia es uno de los desafíos a encarar. La Industria 4.0 requiere de un proceso de sensibilización que un equipo de trabajo de la Dirección Industria 4.0 del INTI viene realizando desde hace unos años. Pero debemos terminar de armar rápidamente el mapa de capacidades que tenemos en el INTI, en distintos organismos públicos, en las universidades y en las cámaras y asociaciones empresarias. En esta complementación, venimos conversando con la Unión Industrial Argentina (UIA); con ADIMRA ya hemos firmado un convenio específico sobre el desarrollo de este tema; y lo estamos haciendo con otros actores sectoriales. Hay mucha interacción con el sistema universitario; se está trabajando con los gremios. Estamos pensando en la transformación digital de los Centros Tecnológicos y en un gran esquema de articulación institucional que nos permita hacer sinergias entre todos los actores del sector público y privado.


- ¿Cómo bajaría el INTI a la industria este proceso?

- Nosotros tenemos como potencialidad una clara vinculación con el sector productivo. Actualmente hay 46 centros tecnológicos en todo el país eso nos acerca mucho a la industria. La idea es hacerlo en complementación con todas las herramientas de política pública que vayan aplicando el ministerio de Desarrollo Productivo; la secretaría de Industria y la secretaría PYME. Claramente el INTI es el brazo de desarrollo tecnológico para el Ministerio y para las industrias y con las PyME particularmente. Nuestro objetivo es consolidar este lugar y en un contexto tan difícil, dar las herramientas más adecuadas para empezar el proceso de profundización de la Industria 4.0.


- ¿Cuál es la situación presupuestaria actual del INTI?

- El INTI ha sufrido un proceso de desinversión que ha complicado su situación. Para tener una idea, el presupuesto que se tenía en diciembre de 2019 en términos reales era un 50% del monto del 2015. Por eso se están haciendo gestiones para recuperar buena parte de esos recursos que permitan volver a dar el servicio y la transferencia de tecnología que la industria se merece. A nivel ministerial se está trabajando en un proceso de sustitución de importaciones y de agregado de valor para el desarrollo de exportaciones. En esa línea, la tecnología, el diseño, procesos de I+D, desarrollo de proveedores, laboratorios de ensayo, pasan a ser insumos estratégicos y en eso el INTI tiene mucho para aportar. Desde el punto de vista presupuestario el INTI debería considerarse una política de Estado y como tal habría que asumir la decisión estratégica de fondear al organismo como a todo sistema nacional de ciencia y tecnología, porque sin un sistema científico-tecnológico el desarrollo es inviable.


Por Roberto Luis Minoli

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