El enorme esfuerzo conceptual y de organización y el acompañamiento de la industria del mueble y el interiorismo ‒especialmente de Italia‒ hicieron posible la edición especial del Salón del Mueble de Milán: este año denominado Supersalone.

Del 5 al 10 de septiembre, en cuatro pabellones de Fiera Milano que sumaron una superficie de 68.520 metros cuadrados, se presentaron más de 1.900 diseños de marcas expositoras, diseñadores, autoproductores y jóvenes profesionales, bajo la curaduría del reconocido arquitecto Stefano Boeri y un equipo de coproyectistas. En los pabellones se ubicaron con un formato único para todos los expositores un total de 425 marcas, 170 creadores jóvenes y 39 diseñadores autoproductores.

El Supersalone planteó su propuesta con tres claves de lectura: volver a empezar, seguridad y sostenibilidad, en un entorno que abre nuevas dimensiones de negocios para la industria del mueble, con la experiencia digital ganando un lugar protagónico en el mercado. Sin dudas, explotó un momento clave para la visibilidad de los diseños "eco" y dar impulso a la recuperación del interiorismo y el diseño.

La dinámica del Supersalone fue presentada como un avance del futuro de las ferias y grandes exposiciones, proponiendo un evento abierto tanto a las empresas como al público, con productos presenciales pero que se pueden reservar para comprarlos en línea. A lo que sumó una fuerte identidad sostenible: el montaje de la muestra se puede reutilizar totalmente, habiendo sido especialmente cuidada la huella de carbono del mismo.

Precisamente, uno de los grandes temas que atravesó todo el Supersalone fue la sostenibilidad, con la reutilización, el reciclaje y la circularidad presentes en cada rincón. Para los organizadores se trata de un enfoque necesario para volver a conseguir no sólo el mismo nivel de desarrollo económico, sino también un “desarrollo mejor y más responsable; en la estrategia que nos planteamos para construir el certamen, le dimos la prioridad al alquiler y a la reutilización con el objeto de evitar desperdiciar materiales lo más posible. Los espacios que estuvieron a disposición de las empresas se idearon para realzar el producto y disminuir a lo esencial el uso de las estructuras de apoyo", manifestó el Arq. Stefano Boeri, a cargo de todos los detalles expositivos.

Los materiales y los componentes del montaje que idearon el mismo Boeri junto a su colega Andrea Caputo, se basaron en largos tabiques paralelos, que se estudiaron específicamente para las áreas específicas de productos. Las zonas comunes (Food Courts, arenas, lounges) usaron una cantidad mínima de paneles de madera aglomerada (1.230 m3), que se realizaron en un 100% con madera reciclada. Esos paneles se volverán a introducir en el ciclo de producción en base a una filosofía circular: con su recuperación no se emitirán a la atmósfera 553.500 kilos de CO2. "Todo se pensó para que después se pueda desmontar y volver a usar: los sistemas de montaje, que carecen de componentes sueltos, se recuperarán completamente", dijo Boeri.

Fronteras amplias

El Supersalone se planteó también como un lugar de encuentro con las nuevas oportunidades de un mercado en pleno proceso de cambio.

La muestra The Lost Graduation Show puso en escena 170 trabajos de estudiantes que acabaron la carrera entre 2020 y 2021, en 48 facultades de Diseño Industrial de 22 países diferentes.

A su vez, The Makers Show fue el espacio dedicado a los diseñadores autoproductores de todo el mundo: atelieres, estudios, talleres y start-up que combinan el diseño con la experimentación, nuevas técnicas productivas e investigación sobre los materiales para desarrollar su producción por cuenta propia.

El espacio Take Your Seat / Ocupa tu sitial hizo con 30 sillas premiadas con el Compás de Oro y más de 100 menciones de honor, una narración que sintetizó el valor del trabajo de un buen diseñador.

El programa de Open Talks habilitó conversaciones, debates y lecciones de diseñadores, arquitectos, artistas, estudiosos y ejecutivos de todo el mundo que procuran responder a varias pregustas sobre el diseño, el arte, la arquitectura, la educación, la economía circular, el impacto medioambiental, la relación entre diseño y curaduría digital, entre otros temas.

Paralelamente, en colaboración con el Milano Design Film Festival, cinco películas mostraron como detrás de cada proyecto de diseño y arquitectura siempre late una voluntad, individual o colectiva, que brega por contribuir a mejorar la vida de cada uno de nosotros.

El Supersalone también dio un paso a la hibridación entre ámbitos y lenguajes diferentes, involucrando en la exposición a la gastronomía con los Food Courts, un nuevo concepto hecho a medida para formar parte de la experiencia sustentable de los visitantes.

Finalmente, la ciudad volvió a sumergirse en la atmósfera de la Semana del Diseño de Milán a través de innumerables instalaciones y eventos abiertos al público, que llevó el espíritu del Supersalone a cada espacio de Milán.

 A la espera del Salone

Por Arq. Julio Oropel (especial para ASORA Revista)

La curaduría del arquitecto Stefano Boeri, un número uno del diseño sustentable, puso en valor al Supersalone con una propuesta en la que la presencia de las grandes marcas comerciales convivió armónicamente con los nuevos lenguajes que la sustentabilidad y el mundo digital proponen al interiorismo.

En este formato, la madera ‒aunque de una manera diferente‒ volvió a tener una presencia protagónica en el ámbito expositivo: grandes módulos lineales ascéticos, despojados, donde una plataforma en L a partir de paneles fenólicos se constituyó en stands en los que cada empresa dispuso sus productos: allí convivieron la materialidad de los objetos con imágenes en pantallas y accesos digitales a través de códigos QR.

Como es tradición del Salone del Mobile, los espacios "fuori feria" en diferentes lugares de la ciudad albergaron propuestas sumamente interesantes y valiosas, con mucho uso del material madera y derivados en propuestas muy sofisticadas.

Pasada esta experiencia, queda el interrogante de si el Supersalone fue un prototipo de un nuevo formato expositivo, o si simplemente se trató de poner en movimiento a la industria, a la espera de la edición 60 del año próximo del Saloni del Mobile.

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Por Alberto Pelagallo

Informes: Sala Stampa SMM

Fotos: Andrea Mariani, Diego Ravier, Francesco Rucci y Luca Orsi (cortesía Salone del Mobile.Milano)

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