Argentina tiene una amplia superficie para expandir las plantaciones forestales en forma ambientalmente sostenible. Por lo que cobra importancia que la Cámara de Diputados vote favorablemente el proyecto de ley – que desde el 15 de julio cuenta con la media sanción del Senado - por el que se crea en el ámbito de la Superintendencia de Seguros de la Nación, el Programa de Sustentabilidad Ambiental y Seguros (PROSAS), con el objeto de promover las inversiones en nuevos emprendimientos forestales y en las ampliaciones de los bosques existentes que se efectúen en el marco de lo dispuesto por la Ley Nº 25.080, de "Inversiones para Bosques Cultivados".

El agregado de valor en la cadena foresto industrial incluye en forma directa la producción de celulosa y papel; madera y tableros para viviendas y muebles; energía eléctrica y térmica y diversos productos químicos. A los que hay que agregar en forma indirecta otras industrias que intervienen en las etapas del procesamiento o en la terminación de los productos. Esto se traduce en más de 6.000 empresas y 100.000 puestos de trabajo. 

Además, el país cuenta con un volumen potencial estimado de 16 millones de toneladas por año de biomasa forestal sin aprovechar, concentrado principalmente en las provincias del NEA y NOA, lo que permitiría instalar en el orden de los 4.200 MW de generación térmica en reemplazo del uso de combustibles fósiles, contribuyendo a mejorar el medioambiente y multiplicando puestos de trabajo.

También la industria de la madera estaría en condiciones de aportar soluciones al déficit actual de 3.500.000 viviendas, según estimaciones de la Secretaría de Vivienda y Hábitat de la Nación, ya que por prestaciones puede cubrir los dos extremos de la demanda: la vivienda social y la residencial. Incentivar la construcción con madera – como se hace en países europeos - sería una forma sustentable de capturar CO2 de la atmósfera y provocar un importante impacto en la reactivación del sector.

Las ventajas naturales que ofrece la foresto industria en el país son contundentes. Pero para optimizar su rendimiento exigen de una reconversión tecnológica importante de las PyMEs cuya maquinaria en algunos segmentos de la producción supera los 15 años de antigüedad. La salida paulatina de la pandemia abre expectativas de mejorar los índices de actividad por lo que podría convertirse en una buena época para iniciar el camino de la tecnificación.

En este punto y luego de tres años, las empresas de la industria de la madera volverán a encontrar en FITECMA 2022 en forma presencial, la posibilidad de concentrar y acceder a los avances en Industria 4.0 y las innovaciones en tecnología, procesos y productos que les permitan ganar en competitividad en el mercado local y el exterior.