En el marco del 142° Congreso Maderero organizado por la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), la entidad hizo un pedido para que el Gobierno nacional vuelva a poner en marcha la Mesa Foresto Industrial, un espacio público-privado inaugurado en 2016 que reunía a las cámaras de la cadena de valor de la madera, las provincias forestales y el Gobierno para definir una agenda de trabajo conjunto. “Necesitamos encarar varios desafíos, necesitamos tener energía para las industrias, eliminar las retenciones y discutir estas y otras cuestiones en el marco de una mesa sectorial”, indicó el presidente de FAIMA Román Queiroz.

 

En la apertura del Congreso, Queiroz llamó también a apoyar la iniciativa Argentina Productiva 2030. “La vemos con muy buenos ojos para crecer y crear trabajo”, afirmó. “Otra cuestión que debemos resolver es la falta de energía que afecta al Noreste de nuestro país, en especial a Misiones y Corrientes. No podemos aumentar las exportaciones porque no tenemos energía”, dijo el titular de FAIMA. 

 

Consultado por ASORA Revista sobre los resultados que dejó el Congreso, Queiroz expresó su satisfacción “porque después de dos años y medio fue nuestro primer Congreso presencial, producto de la pandemia. Y estamos muy contentos porque contamos con invitados y oradores muy valiosos para el sector y seguramente conseguiremos que se reactive la Mesa sectorial que teníamos hasta 2019. Es muy importante porque allí podemos armar una agenda con el gobierno y empezar a marcar objetivos y tener un seguimiento de los temas cara a cara”.

 

Acerca de los temas fundamentales en el contexto actual para el sector, el directivo indicó que “hay tres temas importantes”. En primer lugar, destacó el financiamiento de la Ley 25080, “un tema por el que estamos muy preocupados porque no le vemos solución en el mediano plazo. Y es una decisión meramente política”.

 

Luego, puso énfasis en los problemas con la energía, “que ya existen, son serios y que estamos tratando de visibilizar. El Congreso sirvió para poner en la agenda de debate a la bioenergía, a través de la generación de biomasa. La energía no es un problema que vamos a tener, ya lo tenemos hoy. No estamos hablando del futuro, sino del presente. Hoy por hoy tenemos regiones del país en las que no hay energía para que las industrias pueden subir la producción. El problema ya existe y tenemos que empezar a trabajar de manera conjunta en alternativas, en energías renovables, y la biomasa forestal es una de ellas. Es un tema que también queremos llevar a la mesa sectorial”, comentó el presidente de FAIMA.

 

Queiroz mencionó también que hay en muchas empresas con serios inconvenientes con la importación de insumos. “Hay fabricantes que no pueden operar normalmente porque no pueden importar insumos por la falta de dólares. Es un tema real que pasa mucho y eso atenta contra la suba de producción de las empresas”.

 

ASORA Revista le preguntó al directivo por qué cree que a la hora de tomar medidas el sector siempre queda relegado, cuando desde el discurso siempre está ponderado. “Porque los temas de la agenda sectorial, como la mitigación del cambio climático y el aporte que hace la madera y toda su cadena de valor, son muy nuevos. La madera durante mucho tiempo fue vista por la sociedad como un material que iba en contra del medio ambiente, mitos que existían y que pudimos visibilizar y demostrar que no son ciertos. Y hoy la madera dio vuelta la historia porque la ponderan como parte de la solución para el problema del medio ambiente. El sector tiene que continuar la tarea de explicar, concientizar y educar a la sociedad que tener un mueble de madera, una casa de madera, contribuyen al medio ambiente de manera efectiva”, expresó Queiroz.

 

El presidente de FAIMA también abordó el cambio de época que plantea la industria 4.0 y los desafíos que le significan al sector en nuestro país con empresas que, en algunos eslabones de la cadena tienen más de 15 / 20 años de antigüedad en maquinarias. “En el fondo es un tema de competitividad. Hoy por hoy el problema que tenemos es la falta de financiamiento para que todo el sector pueda acceder a un crédito y poder incorporar tecnología a sus empresas. Además de la problemática que tenemos para la importación de maquinarias. Pero me parece que, poco a poco, las empresas están pensando ya en que es fundamental tecnificarse. Vemos un panorama a mediano plazo con empresas mucho más tecnificadas que lo que estamos acostumbrados a ver, por lo menos, en los últimos 10 o 15 años”.

 

En el plano de la exportación, Queiroz señaló que los cambios producidos por la guerra en Ucrania dan oportunidades de mercados para nuestro país, “pero dependemos también de un tipo de cambio competitivo para poder ser parte y protagonista de las exportaciones”. Mencionó la necesidad de avanzar en nichos más competitivos en el mercado que significan “valor agregado en los productos de madera, porque Argentina se caracterizaba por ser un gran exportador de productos con poco valor agregado. El mercado pide también otro tipo de productos y a las empresas no les queda alternativa más que acomodarse a lo que hoy el mundo está exigiendo. Estamos en ese camino. Por ejemplo, en Misiones prácticamente no existen aserraderos que no tengan maquinaria para darle valor agregado a sus productos. En Corrientes van en esa dirección. Estamos entendiendo que el cambio va por ese lado. Y que sin tecnología vamos a quedar afuera del mercado directamente”.

 

 

La foresto industria destacó la articulación con el sector público

 

En el marco del Congreso Maderero organizado por FAIMA, el Consejo Foresto Industrial Argentino - CONFIAR presentó las perspectivas de toda la cadena de la madera y su trabajo integrado para potenciar la foresto industria nacional. Los presidentes de las cuatro instituciones que lo integran ‒Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel (AFCP); Asociación Forestal Argentina (AFoA); Asociación de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria Maderera (ASORA); y la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA)‒ destacaron la importancia que tienen la Ley 25080 para la de promoción foresto industrial y la Ley de Prosas para el financiamiento genuino de la misma. Además, presentaron el trabajo que vienen realizando para la mitigación de la huella de carbono.

 

Como anfitrión del evento, el presidente de FAIMA Román Queiroz abrió el panel para resaltar la importancia del trabajo conjunto. “Es un anhelo que teníamos hace muchos años de generar este Consejo. Somos un sector con mucha mano de obra y es importante el trabajo de CONFIAR para el crecimiento de todo el sector”, indicó Queiroz.

 

Luego fue el presidente de la Asociación Forestal Argentina (AFoA) Osvaldo Vassallo, quien se refirió a las acciones que viene realizando el bloque para lograr el financiamiento de la Ley 25080 para la Promoción Foresto Industrial y la aprobación de la Ley de Prosas. “El déficit de madera que se da como resultado de la falta de plantaciones involucra a toda la cadena, es por ello que las gestiones que hemos realizado para la aprobación de la Ley de Prosas son muy importantes para efectivizar el aporte que iban a realizar las aseguradoras al donar parte de su ganancia a la plantación de árboles. Sin duda la agenda del cambio climático es prioritaria y desde el sector foresto industrial podemos hacer una gran contribución para la descarbonización de la economía. No solo plantando árboles, sino también en la construcción con madera para resolver el déficit habitacional en el país”.

 

En otra parte de su intervención, Vassallo mencionó la creación de dos espacios de acción que son claves para la mitigación de la huella de carbono. “Uno es la Red de Manejo de Fuego Rural, que surge como respuesta a los terribles incendios de este año y que tiene como meta facilitar la coordinación para promover acciones conjuntas vinculadas a la prevención, presupresión y supresión de incendios rurales. Por el otro, se está constituyendo la Mesa de Carbono Forestal, formada por empresas interesadas en este tema con el objetivo de facilitar la formación de los mercados forestales y el uso de los bosques como herramientas de mitigación de la huella de carbono”.

 

Por su parte, el presidente de la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel (AFCP) Claudio Terrés, aseguró que el sector ha cambiado durante y después de la pandemia. “No quiero dejar de señalar el nuevo mundo que tenemos, porque a partir de la pandemia han pasado muchísimas cosas. En el sector de la celulosa y papel los cambios y la reconversión que ha habido son muy grandes. Se aceleró 10 años el reemplazo por la virtualidad de cualquier tipo de papel. Por el contrario, creció fuertemente la parte de envases y embalajes. Todo esto ha producido cambios en la industria, nuestro sector está cambiando y el consumo también”.

 

Terrés se refirió al Plan Estratégico 2030 como clave para mejorar las condiciones de competitividad e inversiones en el país a través del sector foresto industrial, que sin duda alguna es promotor potencial en la creación de empleos. “Antes de formarnos como CONFIAR, trabajamos en un plan estratégico 2030. Estas mesas de trabajo fueron muy positivas y nos hicieron ver dónde estaban las problemáticas de un sector de la cadena que realmente afectaban a todos y de qué manera podíamos encontrar las soluciones más adecuadas para todos, desde temas logísticos, aduanas, costos, etc. La mejor forma de solucionar los problemas es acercarse al gobierno y que se nos permita plantear políticas públicas que nos lleven a mejorar las condiciones de competitividad e inversiones. La cadena foresto industrial es estratégica”.

 

En la misma línea de valoración del trabajo en conjunto realizado por CONFIAR, la presidenta de la Asociación de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria Maderera (ASORA) Nora Reznik, destacó la importancia de la articulación público-privada. “En esta articulación no hay que darles descanso a nuestros funcionarios, pedir las cosas que realmente necesitamos, a la vez que reconocer las cosas que se nos han dado. Siempre consideramos como muy importante la articulación público-privada”.

 

La presidenta de ASORA destacó también el trabajo mancomunado y cómo un logro específico en un eslabón de la misma puede repercutir positivamente en el resto. “Como proveedores de una parte importante de la tecnología para la transformación de la madera, hemos logrado que el bono de bienes de capital, que teníamos que renovar cada año, finalmente se estableciera por una resolución que sea por seis años, lo que nos da una posibilidad de tener un financiamiento concreto para la fabricación de máquinas, herramientas e insumos que se puede traducir en una mayor oferta para atender una posible mayor demanda del sector madera-muebles”.

 

En otro punto de su presentación, Nora Reznik recordó la figura de Dante Dommarco, empresario y dirigente histórico de la industria maderera fallecido el año pasado, e incansable promotor del uso de la madera en la construcción. “Desde que se constituyó ASORA venimos pensando y accionando para hacer que se valorice la construcción con madera. CONFIAR le ha dado un gran impulso al tema. Y en esto, compartimos la visión que tenía Dante Dommarco de que era y es necesario lograr que los profesionales primero, y la sociedad después, valoren a la construcción con madera como una solución de calidad al problema habitacional en nuestro país”. Como parte de esta línea de trabajo, Reznik comentó que ASORA promovió el reciente “Concurso nacional de construcción con madera” junto a la Sociedad Central de Arquitectos, cuyo proyecto ganador será montado y expuesto en la próxima edición de FITECMA.

 

Finalmente, puso de relieve el desafío del sector en ganar competitividad, para lo cual la tecnología pasa a ser un elemento clave. “Desde el punto de vista tecnológico, no todas las empresas están en condiciones de tener robots o drones. No somos un país central, tenemos empresas de distintos tamaños y realidades, pero tenemos que avanzar con todas a la vez, ofreciéndoles la posibilidad de incorporar la mejor tecnología posible, sabiendo que la industria 4.0 llegó para quedarse y la industria de la madera no debe ser espectadora sino protagonista de esta transformación profunda del sistema de producción”.

 

Por Roberto Luis Minoli y Alberto Pelagallo

 

 

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