La Conferencia de cambio climático de Naciones Unidas COP28 que se desarrolló en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, finalizó con un acuerdo global para abandonar gradualmente todos los combustibles fósiles para el año 2050. Además, los casi 200 países participantes dieron vía libre para crear un fondo para los países afectados por los efectos de la crisis climática y firmaron un compromiso voluntario para la agricultura sostenible.
Para Argentina, la COP28 significó la necesidad de ratificar públicamente su continuidad como parte del Acuerdo de París para enfrentar el cambio climático. La situación fue salvada con la confirmación por parte de la flamante secretaria de Política Exterior en Cancillería Marcia Levaggi quien aseguró en la conferencia que el país continuará formando parte del Acuerdo global.
De esta manera, la declaración final de la COP28 acelera la discusión local sobre la transición energética. El acuerdo reclama presentar Contribuciones Nacionalmente Determinadas (CND), con un objetivo específico de triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética para 2030. Si bien las emisiones que genera son relativamente bajas (0,8% del total global), el punto débil es la matriz energética muy dependiente de combustibles fósiles, junto a las emisiones de sectores agroindustriales. Los combustibles fósiles participan con casi el 60% de la generación de electricidad, una proporción que debe bajar al 35% para 2030 mediante la expansión de las energías renovables, de acuerdo con el Plan de Transición Energética presentado este año.
Nuestro país se comprometió a no superar las emisiones netas de 349 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e) para 2030.
Los otros temas en la agenda
El primer día de la COP28 se puso en marcha el llamado Fondo de Pérdidas y Daños, acordado en la COP27 pero sin definir los detalles. El fondo ayudará a los países vulnerables a hacer frente a los daños causados por el clima como, como las sequías.
Por su parte, 134 países -entre ellos Argentina- firmaron una declaración voluntaria sobre agricultura sostenible, sistemas alimentarios resilientes y acción por el clima. La agricultura fue un punto de tensión entre América Latina y la Unión Europea a partir del nuevo marco de la UE que pide garantizar que las exportaciones primarias -como la soja y la carne- no hayan generado deforestación.
Otro punto destacable estuvo en las iniciativas de descarbonización. La Promesa Global de Energías Renovables y Eficiencia Energética, respaldada por 132 países, propuso como objetivo triplicar la capacidad mundial de generación de energía renovable y duplicar las mejoras en eficiencia energética a más del 4% anual para 2030.
Las próximas COP29 y COP30 tendrán lugar en Azerbaiyán y Brasil, respectivamente.